Aprovechar la "bonanza" experimentada por el sector durante la pandemia para generar más negocio y hacerlo crecer es lo que persigue la Feria profesional del Mueble, inaugurada este marte en la Feria de Zaragoza con 240 expositores y que recibirá hasta el viernes a más de 20.000 visitantes. 

Mariano Barbed, presidente de Acomza, asociación de comerciantes del mueble, ha destacado la importancia de recuperar esta feria en su octava edición. "Si es más grande o más pequeña es relativo. Lo importante es que al que venga le salgan los números", ha señalado, a la vez que ha recordado la importancia de un sector que factura 150 millones en Aragón y emplea solo en Zaragoza a más de un millar de personas. 

El vicepresidente aragonés, Arturo Aliaga, ha remarcado que ésta es la primera feria especializada en el sector del mueble en España y ha confiado en que habrá "movimiento en contratos internacionales" y "los fabricantes, tanto españoles como extranjeros, tendrán la oportunidad de poder ver las últimas tendencias". Asimismo ha agradecido a Acomza su implicación y a Feria "el esfuerzo de mantener la presencialidad".

"Con la pandemia, la gente estuvo metida en sus casas, renovó los muebles, pero ahora la demanda está cayendo un poco", ha precisado Barbed, al verse afectado este sector, como otros, por la subida constante de las materias primas y los retrasos en la recepción de algunos materiales como herrajes, algún tejido, espumas o componentes electrónicos que llevan los sofás y que provocan que las entregas hayan pasado de ser de mes y medio a cuatro meses.

Arranca la Feria del Mueble en Zaragoza

"Es nuestro principal escaparate y venimos con mucha ilusión", ha señalado Esther Lalana, de la empresa de tapizados Tremafel en Utebo, pero "me parece que la feria podía haber estado muchísimo mejor" atribuyendo la culpa a la competencia de ferias como la de Valencia, que se celebra en septiembre. "Podemos convivir las dos ferias, aquella es la de diseño, más internacional y esta es una feria comercial, que es todo lo que el mundo quiere", afirmó.

"Venimos desde la primera edición de esta feria. Relax es una empresa de hace más de cien años que ha tenido que evolucionar y adaptarse, pero siempre hemos apostado por la tierra", ha destacado Esther Quintana, consejera delegada de esta firma de colchones. "Cuando no es una crisis es otra", ha reconocido, pero "somos muy resilientes y capaces de salir adelante y de crecer", añadió.

"Lo que buscamos es la vuelta a la normalidad, la presencialidad, el contacto entre clientes y empresas. Y en esta feria se ve ambiente", ha comentado por su parte Juan Valle, director comercial de Megablok, empresa familiar especialista en taquillas y vestuarios, con stand en la Feria, y que cumple su 25 aniversario este año.

Aunque en el salón del mueble más de uno ha echado en falta la presencia de Pikolin, ha habido nuevas incorporaciones como la de Ikea Ibérica. "Venimos a promocionar esta nueva línea de servicio para las empresas que nació en agosto pasado y que incluye diseños de interiorismo, así como ‘renting’ y ‘leasing’ de muebles para las empresas", ha explicado un trabajador presente en el stand de la firma sueca.

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"La de Zaragoza es una de las primeras ferias del mueble. Se ve bastante público. Nos hubiera gustado que hubiera más expositores, pero ha sido así este año", ha indicado Mercedes Tomás, de Melibel, empresa familiar de Alcorisa (Teruel), con fábrica propia que emplea a 37 trabajadores. "Se ha trabajado con mucha ilusión y pese a las situaciones complicadas que vivimos como la pandemia, la guerra en Ucrania o el paro de transporte esperamos que sea una buena edición", ha recalcado por su parte el director general de Feria, Rogelio Cuairán.