entrevista

Félix Peinado: "La flexibilidad debe ser compatible con la lógica dignidad en el trabajo"

El director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para España da su visión sobre el mercado laboral tras la covid.

Félix Peinado, el pasado lunes en la Universidad de Zaragoza.
Félix Peinado, el pasado lunes en la Universidad de Zaragoza.
Toni Galán

¿Cómo está hoy el mundo del trabajo?

El mundo del trabajo está en una situación muy convulsa a nivel mundial, con grandes retos que le afectan como la globalización o el reto demográfico, con países donde se espera un crecimiento de la población de un 25% en 2050 mientras en otros, como los europeos, se está reduciendo de una forma muy importante. Eso da lugar a retos como la inmigración, pero luego están también las grandes transformaciones de este siglo: la tecnológica y la digitalización, que está destruyendo puestos de trabajo pero a la vez está creando otros nuevos y está modificando la forma de trabajar.

¿Cómo afecta la agenda digital al empleo?

Supone una transformación revolucionaria. Se espera a nivel mundial la creación para el año 2030 de 18 millones de empleos en la economía digital y 6 millones en la economía circular. Mientras en el sector de renovables el empleo ha seguido creciendo pese a la pandemia, hay actividades productivas, como el carbón, que tienden a la desaparición, donde se destruye. Ahí la OIT plantea el concepto de Transición Justa, que tiene que ver por un lado con la recualificación de los trabajadores a actividades donde hay más empleo y por otro lado el apoyo a esos trabajadores con medidas de protección social para el caso de que no puedan obtener un empleo digno. A nivel mundial, con la pandemia se han empeorado las condiciones de trabajo.

¿De qué manera?

El primer impacto, en 2020, fue una caída del empleo en el mundo del 8,3%, equivalente a 250 millones de empleos. El último informe de OIT, que es de octubre de 2021, habla todavía de una caída de 125 millones de empleos en el mundo, que es el equivalente al 4,3%. Pero hay una gran divergencia entre países que tiene que ver con varios factores, fundamentalmente el ritmo de vacunación y las restricciones -que van parejas con drásticas caídas de empleo- y por otro lado, medidas de estímulo fiscal y herramientas como los ERTE, las prestaciones por desempleo o las ayudas al cese de actividad de los autónomos.

¿Cuándo volverá el mundo del trabajo a la situación anterior a la covid?

En términos de empleo, según los últimos datos de diciembre, en España ya estamos con niveles iguales o incluso superiores, pero habría que preguntarse si en las condiciones de trabajo digno son o no iguales. Esa es una cuestión que creo que de forma acertada afronta la reforma laboral. Tenemos una tasa de temporalidad que es el doble de la media europea y eso no es sostenible desde el punto de vista económico ni social, ni para la productividad de las empresas ni para la estabilidad en el empleo de los trabajadores. Ese diagnóstico se ha trasladado a una legislación en la cual el contrato indefinido gana peso, se convierte en el contrato por defecto y se pretende garantizar el empleo mediante medidas de flexibilidad interna, permitiendo la modificación de las condiciones de trabajo, acogerse a los ERTE o al nuevo mecanismo red que las empresas necesiten.

Aplaude entonces la nueva reforma laboral.

La OIT es una organización de la ONU dedicada al mundo del trabajo. Es la única de carácter internacional que es tripartita, que no solo está compuesta por Estados sino por los estos, los empleadores y las centrales sindicales de cada país, 187 en total. Por ello persigue que todas las reformas y mejoras que se puedan hacer en el mundo del trabajo se hagan de manera negociada, consultada y a ser posible dialogada con los agentes sociales.

¿Cree que la aplicación de la reforma reducirá esa temporalidad?

Sinceramente creo que sí, que va a tener una consecuencia, un efecto sobre la reducción de la temporalidad. Y hay una cultura sobre la flexibilidad por la vía de la temporalidad en España que está muy arraigada en el mundo productivo, pero tiene que cambiar.

¿Hay que seguir apostando por contratos indefinidos en general, en contra de quienes opinan que vamos hacia un trabajo con contratos por objetivos?

Lo que persigue la reforma laboral y por lo que apuesta es por el contrato indefinido, pero en un mundo en el que influyen las nuevas tecnologías y el trabajo en plataformas cada vez es más complicado. Pero aún así la flexibilidad que demandan las empresas debe ser compatible con la lógica dignidad en el trabajo, la estabilidad que requiere el trabajador y que beneficia a la empresa porque le reporta mejoras en las productividad.

¿Qué soluciones aporta la OIT al problema del paro juvenil en países como España?

A nivel mundial, los jóvenes tienen tres veces más posibilidades de estar parados que los trabajadores de más edad. La pandemia ha perjudicado al mundo del trabajo pero sobre todo a los colectivos más vulnerables como lo son, entre otros, los jóvenes. El empleo de los jóvenes cayó en 2020 un 8,7% frente a un 3,7% de los más adultos. Los niveles de paro juvenil en España son especialmente acusados en comparación con otros países. No es una cuestión de fácil solución. La OIT aconseja políticas integradas de empleo y formación. La reciente reforma española de los contratos formativos, la potenciación de la FP, incluida la dual, la adopción de políticas de empleo específicamente diseñadas como los planes de empleo joven y la garantía juvenil, son instrumentos que pueden contribuir a mejorar la situación.

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