entrevista
Carlos San Basilio: "La recuperación económica ya está en marcha y esperemos que se acentúe"
El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional valora las acciones de la banca para hacer frente a la crisis causada por la pandemia.
Tras las acciones adoptadas por la covid España tiene una deuda histórica, del 125% del PIB. ¿Cuándo podremos alcanzar cifras cercanas a las que teníamos antes de la covid?
Nuestro objetivo es comenzar a reducir la ratio de la deuda sobre PIB y el déficit este mismo año y acelerar su descenso en los próximos años. Nuestro compromiso con la consolidación fiscal es claro, lo ha sido desde el primer momento, no olvidemos que en 2018 y 2019 redujimos la ratio el doble que en los años anteriores, con un menor crecimiento económico. No obstante, sobre este tema hay que señalar que nuestra prioridad tiene que ser recuperar lo antes posible el crecimiento económico y el despliegue de las inversiones y reformas previstas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia va a permitirnos dar ese salto. También es importante explicar a qué se ha destinado la deuda emitida. Entre 2020 y 2021 hemos emitido 150.000 millones adicionales para sufragar todas las medidas de apoyo a las empresas, las rentas de las familias y el empleo puestas en marcha.
Usted siempre ha defendido que no habrá problemas para colocar deuda. ¿En qué se basa?
La labor del Tesoro ha sido esencial, fundamentalmente durante los meses más duros de la pandemia, para mantener los servicios públicos en un contexto de elevadas necesidades. Hemos incrementado de forma notable la emisión de deuda pública para atender estas necesidades y en todo momento hemos contado con el respaldo y la confianza de los inversores. Es cierto que la decidida acción del Banco Central Europeo desde el primer momento ha sido fundamental para mantener la estabilidad de los mercados financieros, pero también es cierto que las emisiones del Tesoro han contado siempre con el respaldo e interés de los inversores internacionales.
Desde que comenzó la pandemia se ha insistido en que la banca sería más parte de la solución que del problema, lo contrario de lo que ocurrió en la crisis de 2008. ¿Puede corroborar que ha sido así?
La banca ha afrontado esta crisis desde una situación de solvencia y solidez, en gran parte como consecuencia de las exigencias de la regulación normativa. Esto le ha permitido contribuir a la puesta en marcha de las medidas necesarias para hacer frente a los problemas de liquidez de la primera fase de la crisis, que poco a poco se han ido transformando en algunos casos en problemas de solvencia puntuales de empresas viables. Un buen ejemplo de esta colaboración público privada han sido las líneas de avales puestas en marcha al inicio de la pandemia, que han sido uno de los instrumentos más eficaces en la gestión de la crisis. El diseño y la puesta en marcha de esta medida se han realizado en colaboración con las entidades financieras, lo que ha permitido llegar a todo el tejido productivo, especialmente a los autónomos y pymes. La capilaridad de la banca y su conocimiento de los clientes han sido fundamentales para desplegar estas líneas que, en conjunto, han permitido garantizar más de un millón de operaciones y canalizar más de 127.000 millones de euros a las empresas y a la economía española, en más de un millón de operaciones.
El Tesoro desempeñará un papel importante en la comisión de control del Código de Buenas Prácticas de las entidades financieras y patronales del sector. ¿Hace falta emplearse más a fondo en ese campo para asegurar que las revisiones del ICO que afectan a las entidades no generen sorpresas negativas?
El Código de Buenas Prácticas al que ya se están adhiriendo las entidades financieras, de hecho Ibercaja ha sido la primera entidad en sumarse, es el marco de referencia para la implementación de las medidas de reestructuración financiera aprobadas en marzo, para apoyar las solvencia de empresas viables, por importe de 3.000 millones de euros. Esta medida es adicional a las ayudas directas a empresas y autónomos aprobadas, que ascienden 7.000 millones de euros, y que van a empezar a distribuirse a través de las comunidades autónomas. La aprobación del Código de Buenas Prácticas va a permitirnos reforzar la colaboración con las entidades financieras para gestionar de manera eficiente las medidas adoptadas y facilitar alternativas a autónomos y empresas que cuenten con financiación con aval público en la reestructuración del conjunto de sus deudas. Para ello las entidades financieras que se adhieran a este Código estudiarán la situación financiera de las empresas y autónomos que lo soliciten y cuenten con financiación con aval público y sobre la base de este análisis ofrecerán, de las medidas aprobadas, las que más se ajusten a sus necesidades.
¿Puede ser más preciso sobre ese Código, su funcionamiento y su puesta en marcha?
La previsión es que las entidades se inscriban hasta el 12 de junio. Ibercaja fue la primera y todas las entidades procedentes de la CECA (las antiguas cajas de ahorros) anunciaron que esta semana se inscribirían.
¿Y cuándo entra en vigor?
En el momento en el que lo suscriben ya lo tienen que aplicar. El 12 de junio informaremos públicamente cuáles se han apuntado.
¿Entonces habrá un marcaje estrecho de las entidades?
Se hará un seguimiento mediante el cual analizaremos la información que nos envíe el Banco de España sobre las entidades. Sabremos cuántas operaciones de reestructuración avalada se han atendido y con eso haremos un seguimiento de hasta qué punto se ha cumplido el Código.
¿Habrá sanción si no se cumple?
No está previsto que la haya, es más una presión indirecta por parte del supervisor y del regulador.
¿Cree posible conseguir tener una ruta fiscal europea, como defienden muchos profesionales?
En los próximos días la Comisión Europea hará públicas sus propuestas en materia fiscal para este año y el siguiente, que esperamos que sean continuistas con el marco de flexibilidad fijado el año pasado a raíz de la pandemia. Esta flexibilidad es clave para mantener el impulso necesario para recuperar lo antes posible la senda de crecimiento. A medio plazo, debemos pensar cómo revisar las reglas fiscales, que son muy complejas, y en gran medida se han quedado anticuadas. Se debe iniciar una discusión a fondo para revisar el marco fiscal para que sea más efectivo, y más sencillo de aplicar, y de explicar.
¿Cuál es su visión sobre la recuperación de la economía? ¿Cuándo cree que podremos dar por superada la crisis económica provocada por la pandemia?
Hemos dejado atrás un año muy duro y un primer trimestre que también ha sido complicado por el impacto de la tercera ola. Los indicadores que vamos conociendo como los datos laborales, con las afiliaciones creciendo y reduciéndose el número de personas en los ERTE, y otros indicadores de alta frecuencia, muestran un crecimiento significativo de la economía ya en este segundo trimestre del año. A la vista de estos datos podemos decir que la recuperación ya está en marcha y esperamos que se acentúe durante el segundo semestre. Todos los organismos nacionales e internacionales coinciden en que España va a ser uno de los países que más va a crecer este año y el próximo. Nuestro objetivo, no obstante, es aprovechar los fondos que va a recibir España en el marco del plan europeo Next Generation EU y la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para garantizar desde el punto de vista económico un fuerte rebote de la economía desde este mismo año, la recuperación del nivel de PIB pre-covid a finales de 2022 y el retorno a la senda de crecimiento sostenible a finales de 2023. Hay que recordar que tras la anterior crisis financiera tardamos una década en recuperarnos.
