Contaminación por plásticos

Cada ciudadano ingiere a la semana una tarjeta de crédito

El Observatorio de Salud y Medio Ambiente, impulsado por la organización aragonesa Ecodes y la empresa DKV, advierte que el “drama” del mal uso de este material no solo afecta al medio ambiente sino que es un serio riesgo para la salud humana.

Una persona retira residuos de plástico.
Una persona retira residuos de plástico.
Pixabay

Está por todas partes y es parte de nuestra vida cotidiana. El plástico se ha convertido en la gran amenaza del medio ambiente, pero, además, su excesivo uso y su constante mal uso comienza a ser un preocupante problema para la salud del ser humano. Lo advierten las cifras. Cada ciudadano ingiere a la semana cinco gramos de microplásticos, el peso equivalente a una tarjeta de crédito. Y aunque “de momento” todavía podemos eliminar este material del organismo con bastante facilidad, es hora de comenzar a tomarnos el problema el serio.

Así lo ha señalado este jueves el consejero delegado de DKV, Josep Santacreu, durante la presentación del último informe realizado por el Observatorio de Salud y Medioambiente, una iniciativa pionera puesta en marcha en Aragón por esta empresa dedicada a la salud y Ecodes, que ha elaborado ya 12 informes que demuestran “que la salud del ser humano y la salud del medio ambiente están interconectadas”, ha explicado. Junto con Santacreu han participado en el acto el director de Ecodes, Victor Viñuales, el divulgador científico y autor del libro ‘Plastic Detox’, Jose Luis Gállego, y la directora de la Fundación Rezero, Rosa García, que han insistido en el “drama” que supone la contaminación por plásticos, un preocupación cada vez más visible que se ha convertido en “uno de los mayores retos medioambientales del siglo XXI”.

García ha destacado que aunque son muchos los años que los miembros de su organización están trabajando para conseguir reducir estos residuos que tardan más de 500 años en degradarse, ha reconocido que las últimas decisiones tomadas por las administraciones europeas “les han sorprendido”. Para bien, claro. “Hace dos años nos parecía imposible que la UE fuera a legislar sobre las bolsas de un solo uso”, ha dicho, para lamentar que, sin embargo, y a pesar de las consecuencias que esta situación tiene para el ser humano, “mucha gente aún piensa que es inmune a los plásticos, y es todo lo contrario”.

Para García hay que comenzar a actuar, “ser proactivo”. En esta línea ha destacado que desde su fundación se exige que se desplastifique nuestra dieta, que se aumenten los recursos para la investigación y se aplique el principio de precaución , sobre todo, que se regule, que haya legislación sobre este asunto.

Para Gállego, la situación actual es culpa exclusiva del ser humano. “En este país -ha dicho- el medio ambiente le importa un carajo a los ciudadanos. Por eso tenemos lo que nos merecemos”. Sin embargo, este divulgador han insistido en que ante este reto no hay que actuar con “ese catastrofismo y alarmismo que tanto daño a hecho a las organizaciones ecologistas”, sino que han que ser construccionista y posibilista, porque el problema del plástico “no es el material en sí, que incluso ha contribuido a salvar vida, sino el negligente uso que de él hacemos”.

Por eso, en su opinión, la solución encontrará el mejor camino en las alianzas, como la que mantienen desde hace años Ecodes y DKV, que, como ha señalado Viñuales, fue fruto del convencimiento de que “solos y cada uno por su lado” no hubieran conseguido que este observatorio tuviera el impacto que ha tenido.

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