IQE eleva a 27 millones su inversión en la nueva planta de sílice

La fábrica, que puede llegar a fabricar 20.000 toneladas métricas al año, está funcionando al 50% de su capacidad y ha generado 30 nuevos empleos

El presidente aragonés, Javier Lambán; y la consejera Marta Gastón han estado presentes en la inauguración de las instalaciones de Iqe, junto a los responsables de la compañía Jorge y Eduardo Villarroya
El presidente aragonés, Javier Lambán; y la consejera Marta Gastón han estado presentes en la inauguración de las instalaciones de Iqe, junto a los responsables de la compañía Jorge y Eduardo Villarroya
Guillermo Mestre

Más de tres años de trabajo le ha llevado a la empresa familiar Industrias Químicas del Ebro (IQE) levantar en Malpica la nueva planta de sílice precipitada, que venderá en polvo a granel a los fabricantes de neumáticos y que ha supuesto una inversión de 27 millones de euros. Sus instalaciones han sido inauguradas este  miércoles en una ceremonia que ha contado con varios cientos de invitados y que ha presidido Javier Lambán, máximo responsable del Gobierno de Aragón, acompañado de Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza.

Coincidiendo con el 60 aniversario de esta empresa familiar, que emplea a unas 180 personas, IQE ha querido renovar su compromiso con esta tierra. Jorge Villarroya, consejero delegado de la compañía, ha mencionado que "se trata de un día muy especial para sentirnos orgullosos  por la evolución que ha tenido esta compañía desde sus inicios en el Arrabal en 1958 hasta su traslado a Malpica en 1977, donde hoy podemos decir que seguimos creciendo en el difícil sector químico industrial". En este sentido, ha agradecido "la lealtad de nuestros proveedores" y de todo el equipo de IQE por ayudarles a crecer y "no dejar de invertir en esta ciudad, que nos dio el título de embajadores". Aprovechando la presencia de los representantes institucionales, Villarroya les ha dado las gracias por ayudarles con permisos y licencias.

"Solo pido a las administraciones que procuren comprendernos y nos den apoyo para hacer realidad algunos otros proyectos tan ambiciosos como este que hoy inauguramos destinado al sector de los neumáticos. Tenemos que ser competitivos y nuestro entorno puede hacer mucho para adaptarnos a un mundo cada vez más complejo y poder afrontar mercados estratégicos", ha señalado.

Por su parte, el presidente de Aragón ha ensalzado el valor de IQE como “empresa que crece a través de la innovación, de la exportación y sintiéndose orgullosa de reconocimientos de la Comunidad Autónoma como los Premios a la Responsabilidad Social y a la Excelencia”. Además, ha reconocido su capacidad de “aunar tradición y futuro” y ha recordado el compromiso del Gobierno que lidera para “allanar el camino” a las empresas aragonesas.

También ha intervenido el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, quien ha destacado "el empuje industrial" de la capital aragonesa, "puntera, esforzada y valiente" y modelo para el "Aragón del futuro con el que todos soñamos apoyado en una actividad empresarial sostenible, que sea ejemplo de calidad de vida y que ofrezca buenos empleos y buenos salarios".

Antes de los discursos, el consejero delegado de IQE, Jorge Villarroya, y también su director general, Eduardo Villarroya, han acompañado a toda la comitiva a recorrer las instalaciones de la nueva planta de sílice precipitada, completamente automatizada, ejemplo de industria 4.0,  que cuenta con un enorme horno o atomizador de casi 40 metros de altura. Tras explicarles todas las fases por las que atraviesa la materia prima, el silicato de sodio que produce la misma IQE, mezclado con ácido sulfúrico, que compran fuera, los responsables de la compañía les han comunicado los planes de crecimiento para esta nueva nave que pasan por apurar su capacidad productiva, ahora aprovechada al 50%, a medida que vayan ganando nuevos clientes en el mercado de los neumáticos de coche, aunque en una fase posterior quieren hacer también sílice en polvo para los de camión. La intención es tenerla plenamente operativa, que alcance el 90% de su producción total a finales de 2019, pudiendo ampliar la producción a sílices especiales más adelante, ha indicado a los medios de comunicación el director gerente, Eduardo Villarroya.

IQE además de este producto, la sílice precipitada, fabrica también silicato sódico, metasilicato,  silicato de aluminio y desarrolla también productos “a la carta” para diversos mercados como los detergentes, la cerámica, la construcción o la pintura. Junto con la investigación constante, la diversificación ha marcado la dilatada trayectoria de esta empresa familiar convirtiéndose en un proveedor de referencia, tanto a nivel nacional como internacional (con presencia en más de 50 países). Actualmente la exportación supone más de la mitad de la cifra de negocio, que fue de unos 87 millones en 2017.

Según informó la compañía, con esta nueva planta de sílice precipitada, IQE se posiciona  en el sector del neumático: "Las características de este material (mejora el desgaste y la resistencia a la rodadura y consigue una mayor adherencia en mojado) lo convierten en un producto fundamental en este mercado".

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