España regresará a la cúpula del BCE de la mano de Luis de Guindos

De Guindos sustituirá al portugués Vítor Constancio, cuyo mandato expira el 31 de mayo, a partir del 1 de junio por un periodo de ocho años no renovable.

Luis de Guindos durante su comparecencia en la Comisión del Congreso.
Luis de Guindos durante su comparecencia en la Comisión del Congreso.
Efe

La elección del ministro de Economía, Luis de Guindos, para ser el nuevo vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) permitirá a España recuperar un sillón en la cabina de mando del euro después de seis años de ausencia y en un momento crucial para la institución.

Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (el Eurogrupo) eligieron por consenso al candidato español después de que Irlanda dejase el camino despejado al anunciar antes de la reunión que retiraba a su candidato, el gobernador del banco central irlandés, Philip Lane.

"Estoy muy contento de que España haya vuelto a conseguir ese puesto en el BCE como siempre les dije y estoy convencido de que intentaremos hacerlo lo mejor posible y de que España podrá contribuir mucho", dijo De Guindos tras la elección.

El ministro, quien anunció que presentará su dimisión en los "próximos días", consideró que su nombramiento "supone un cierto reconocimiento" para España, que "ha recuperado muchísimo prestigio" desde que en 2012 perdió su puesto en el comité ejecutivo del BCE.

Ese año el país no logró que se eligiese a Antonio Sáinz de Vicuña en sustitución de José Manuel González-Páramo, lo que puso fin a catorce años de presencia española en Fráncfort (Alemania) -desde que Domingo Solans accediese en 1998- en el momento álgido de la crisis en España, que acababa de pedir el rescate bancario.

España regresa a la cúpula del euro con el que será el primer ministro que pasa directamente del ministerio al comité ejecutivo de una institución cuya independencia política está consagrada en los tratados, lo que le ha valido críticas de quienes piensan que puede suponer una politización.

El ministro, sin embargo, aseguró que defenderá la independencia del emisor europeo y que su contribución al mismo pasará también por aportar "un enfoque diferente" al comité dónde, opinó, "tener diversidad de perfiles (...) va a ser muy relevante".

De Guindos llega al BCE en un momento clave para el futuro de la institución, que debe decidir sobre el fin gradual de la política de tipos bajos y compra de deuda que han permitido reflotar la economía de la eurozona.

Mientras que en Estados Unidos la tarea ya ha empezado, Fráncfort espera un alza mas sostenida de la inflación para proceder, entre las presiones de quienes -como la banca alemana- reclaman el fin de unos tipos bajos que minan su rentabilidad, y las de quienes avisan de que algunas economías en los Diecinueve no están listas para la retirada.

El cargo es además el primero de una serie de renovaciones que pondrán fin al equipo capitaneado por el italiano Mario Draghi, que evitó la explosión del euro en 2012.

El sillón de Draghi quedará vacío el 31 de octubre de 2019, y para el puesto suenan ya el presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann, y su homólogo en el banco central francés, François Villeroy de Galhau.

En este sentido, De Guindos aseguró que su elección no condiciona futuros nombramientos, en referencia a las especulaciones sobre que el apoyo de Berlín estuviese ligado al apoyo futuro de España a una eventual candidatura de Weidmann. "Nadie al que hemos peddo el apoyo nos ha puesto ningún tipo de condición al respecto", dijo.

Además, el 31 de mayo de 2019 termina el mandato del economista jefe del BCE, Peter Praet, y el 31 de diciembre de ese año, el del francés Benôit Coueré.

Un posible candidato a sustituir al primero, sería el propio Philip Lane, cuyo perfil se ajusta al puesto y con este primer intento frustrado ha hecho una avanzadilla de cara a una futura carrera y recibido elogios de varios ministros y de la Eurocámara.

El nombramiento de De Guindos debe ser confirmado formalmente mañana por los países del euro durante el consejo de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin), el último al que asistirá como ministro.

Después, deberá acudir a una audiencia el 26 de febrero con la Eurocámara, que el día 27 votará su opinión sobre él. Los eurodiputados del grupo de los Verdes han anunciado que votarán en su contra y el grupo socialista consideró que "no es la mejor opción".

También el BCE emitirá un veredicto sobre su validez, aunque ninguna de estas opiniones es vinculante. Los líderes de la UE deberán dar el último visto bueno a la elección en su cumbre del 22 y 23 de marzo.

De Guindos sustituirá al portugués Vítor Constancio, cuyo mandato expira el 31 de mayo, a partir del 1 de junio por un periodo de ocho años no renovable.

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