La planta de Opel Figueruelas entra en una semana crucial

La parte social está reunida hoy para analizar su estrategia frente al plan de cien días que PSA y Opel presentan este jueves para que la marca del rayo vuelva a ser rentable

Un operario trabaja en las instalaciones de la planta de Opel Figueruelas, en mayo de 2015.
Un operario trabaja en las instalaciones de la planta de Opel Figueruelas.
Oliver Duch

Con el convenio para los próximos años abierto en canal y la propuesta de la dirección sobre la mesa de que se van a tener que trabajar seis días a las semana para sacar todo el volumen de coches previstos, aborda la planta zaragozana de Opel una semana crucial.

Más flexibilidad sin un coste añadido parece ser la asignatura pendiente si Figueruelas se mira en el espejo de PSA Vigo, factoría que los nuevos dueños de la marca del rayo, le han puesto como referencia. En paralelo, habrá que encajar las medidas de ajuste y reducción de gastos en todos los procesos que contendrá el plan de 100 días que el consejero delegado de Opel/Vauxhall, Michael Lohscheller, junto con el presidente del consejo de dirección del Grupo PSA, Carlos Tavares, van a presentar este mismo jueves a traves de videoconferencia.

Por si con tener ambos frentes abiertos fuera poco, está la premura de tiempo para pactar un convenio, con posturas todavía muy alejadas, que la dirección quiere tener cerrado antes de acabe el año con el objetivo de que vuelva en 2020 la rentabilidad a una compañía que lleva 18 años perdiendo dinero.

Hoy mismo se reúne la parte social, es decir, todos los sindicatos que forman parte del comité de empresa de Figueruelas, para ver cómo organizan su estrategia de cara al planteamiento de la doble dirección, PSA y Opel, que están todavía integrándose ya que fue el 1 de agosto cuando se produjo la adquisición definitiva a GM de la parte industrial de la filial europea y la semana pasada mismo el momento en que se completó la compra de la parte financiera.

De momento, lo único que la parte empresarial de Figueruelas ha dejado claro es que con los esfuerzos realizados hasta ahora por los trabajadores de la planta zaragozana no es suficiente. Habrá que hacer más y según adelantan, fuentes sindicales de Vigo el esfuerzo ha de venir por la mayor flexibilidad, la contención en salarios, la doble escala para el acceso de trabajadores y todo tipo de medidas que favorezcan la mayor adecuación posible entre plantilla y picos de producción según la demanda de coches del mercado. Así por ejemplo, en la fábrica de PSA Vigo, una buena parte de los trabajadores tiene contratación a tiempo parcial. Los del turno de noche tienen una jornada mínima de 5 horas que se puede ver incrementada en función de las necesidades de producción.

También una buena parte de los trabajadores del turno de mañana pueden ver alargada su jornada de 5 a 9 horas con la única salvaguarda de que anualmente nunca pueden superar la jornada marcada en contrato. Y también tienen estipulados algunos sábados obligatorios.

Esta amplia flexibilidad se ha ido implantado de forma pareja a la reducción salarial. Ha sido posible gracias al Plan de Competitividad que PSA Vigo pactó en 2014, solo con el Sindicato Independiente de Trabajadores de Vigo (SI) ya que ni UGT ni Comisiones Obreras, que tiene menor representación en la planta lo firmaron. La razón, según ambos sindicatos: la congelación salarial, rebaja de distintos pluses, el pago más barato del turno de noche cuyas primeras horas se pagan a un precio y las siguientes a la mitad, entre otros puntos. Junto con estas herramientas, la dirección de PSA Vigo puso en marcha otras como una categoría nueva de entrada a la fábrica cuya retribución bruta es de entre 16.500 y 16.700 euros al año y que hace muy difícil equiparar las condiciones de los antiguos trabajadores a las de los recién incorporados.

En estos mismos momentos tienen también en marcha un ERE extintivo para 400 trabajadores, de los que ya van 325 inscritos, cuya vigencia vence en marzo de 2018 y que permite también que en ningún momento haya más plantilla que la necesaria. Desde los sindicatos de la planta viguesa recuerdan también que hace años que el contrato de relevo dejó de aplicarse.

Es la suma de estos sacrificios la que ha permitido a esta planta de PSA tener nuevos modelos adjudicados como el K9 que se lanzará a mediados del año que viene o el V20 a finales de 2019 y ser la que más volumen de coches producidos, de todas las del grupo francés, va a sacar al mercado, así como la más competitiva. Y no hay que olvidarlo, actualmente es la planta de referencia para Figueruelas, que antes dentro de Opel Europa era la más competitiva, pero que ahora de nuevo tendrá que buscar su sitio en un grupo más grande y con más fábricas en España.

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