El emprendimiento como forma de transferir a la sociedad el conocimiento que se genera en la universidad (una de sus misiones junto con la docencia y la investigación) es algo que cada vez se fomenta más desde las instituciones académicas de nuestro país. De las universidades españolas surgen cada año no solo jóvenes bien formados sino también empresas –‘start up’ o ‘spin off’– que generan empleo a través de proyectos innovadores.

Buen ejemplo de ello es la Universidad de Zaragoza, en los primeros puestos en el ranquin de universidades públicas en cuanto a emprendimiento. Aunque este ha existido siempre, fue en 2012 cuando recibió un fuerte impulso con la creación del programa SpinUp ‘Emprende con Unizar’. Una iniciativa, con presupuesto propio, que ofrece apoyo a los emprendedores para convertir un proyecto en una compañía viable y rentable minimizando la probabilidad de fracaso. Precisamente hasta mañana está abierto el plazo de inscripción para esta convocatoria promovida por el Vicerrectorado de Transferencia e Innovación Tecnológica de la Universidad de Zaragoza, a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI).

Detrás de este programa está la vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica, Pilar Zaragoza, su gran impulsora y la que introdujo por vez primera en una universidad pública española la metodología ‘Lean Start up’ desarrollada en Stanford (Estados Unidos). "Para generar todo este mecanismo necesitábamos presupuesto, pero también una serie de cambios importantes internos en la Universidad de Zaragoza. El primero fue cambiar el reglamento que había para crear empresas. El anterior solo iba dirigido a profesores investigadores y el nuevo, a toda la comunidad universitaria. También se creó la incubadora de empresas Ceminem SpinUp (con unas condiciones ventajosas durante 4 años para las firmas creadas) y Unizar Emprende, una sociedad limitada unipersonal. El objetivo único de esta sociedad es que tiene un capital que lo que hace es invertir en aquellas empresas que se considera que merecen la pena a propuesta del Comité SpinUp y con aprobación del consejo de gobierno (a día de hoy la universidad participa como socia en Kampal y J3D Vision)", explica Zaragoza, quien subraya que crear una empresa desde la universidad no es desamortizarla.

A lo largo de las cuatro ediciones de ‘Emprende con Unizar’ se han creado 22 empresas cuando la media antes de 2012 era 1,3 al año. "Ahora estamos en 6 o 7 empresas al año y el 96% de las compañías surgidas de este programa acelerador siguen funcionando a día de hoy", subraya Zaragoza. Unas cifras que hablan del éxito de esta iniciativa, que convive con el programa continuo (abierto para los proyectos que van surgiendo a lo largo de todo el año). Al mismo tiempo, la Universidad de Zaragoza colabora con varios programas de emprendimiento.

Según resalta Zaragoza, todas las ‘spin off’ que salen de la universidad tienen que firmar un acuerdo de transferencia (económico) porque lógicamente esa transferencia de conocimiento no es gratis. "Señalamos qué conocimiento se llevan y qué van a dar a cambio", indica. Y en el caso de las ‘start up’ son acuerdos de colaboración.

Dentro del fomento del espíritu emprendedor de los universitarios aragoneses hay que resaltar también la labor que desarrolla la Cátedra Emprender de la Universidad de Zaragoza, financiada por la Fundación Emprender en Aragón y al frente de la cual está el catedrático de Economía José Alberto Molina. La docencia, la investigación y la divulgación son las actividades principales que desarrolla y que complementan las acciones del Vicerrectorado de Transferencia, tal y como apunta el director de la Cátedra Emprender.

"En docencia vamos a desarrollar este curso 2017-18 el título propio de experto universitario en asesoramiento de emprendedores de acuerdo con un convenio de colaboración entre el IAF, Ibercaja y el Inaem. Dentro de investigación, la Cátedra convoca anualmente becas para que jóvenes universitarios trabajen en distintos aspectos del emprendimiento. Y en divulgación, el director de la Cátedra participa en todas las actividades sobre emprendimiento que se realizan en Aragón", indica Molina sobre algunas de las actuaciones.

También en la Universidad San Jorge el emprendimiento ocupa un papel relevante. De hecho, según subraya su vicerrector de Investigación y Empresa, Luis Carlos Correas, hay determinados grados que incluyen formación específica de emprendimiento. Además, se realizan trabajos de grupo en los que los alumnos diseñan su propia compañía y se apoya a los universitarios que quieren realizar una ‘junior empresa’ (no son firmas como tal ya que no están inscritas en el Registro Mercantil), entre otras actividades. "Las universidades tenemos que preparar para afrontar cambios constantes. Hay carreras que se están reinventando", sostiene Correas.

Asimismo, dispone de la posibilidad de aprovechar el vivero de emprendedores del grupo San Valero. "Acoge a alumnos que han acabado la carrera y quieren montar una empresa. Con este vivero se intenta cubrir una fase muy de incubación. El ecosistema emprendedor es muy variado y nosotros alojamos sobre todo la parte más de la primera realización práctica. Están un año de alojamiento gratuito y de testeo. Nuestra aportación es así porque luego hay muchos otros sitios donde pueden continuar", explica el vicerrector de Investigación y Empresa de la San Jorge, que habla sobre todo de firmas del ámbito audiovisual y de la informática.

Cada año se seleccionan los cinco proyectos más viables del grupo San Valero (la convocatoria se cierra a mitad de septiembre) a los que se les acompaña con mentorización y formación, entre otros servicios, además del alojamiento en el vivero de emprendedores. "Ha habido una tasa de supervivencia bastante alta, lo que nos anima a continuar en esta línea", concluye Correas.