Economía

Nueva etapa, nuevo logo

Opel se dispone a dar un giro a su historia con la integración en PSA. Antes ha querido simplificar su imagen con un mensaje, "el futuro es de todos", y ofrecer una cara distinta.

El nuevo logo de 2017.
Opel

Vive Opel una temporada intensa con cambios sustanciales, mientras continúa con una ofensiva de producto en la que participa muy activamente la fábrica de Zaragoza, que acaba de lanzar el Crossland X. A punto de integrarse en el grupo francés PSA, el de Peugeot, Citroën y DS, y con un nuevo presidente, Michael Lohscheller, que sustituyó el pasado lunes al dimitido Karl-Thomas Neumann, la marca del rayo –o del relámpago, según la más fiel traducción del ‘blitz’ alemán– presentó ayer un nuevo logotipo y un nuevo lema que lo distingue: "El futuro es de todos".

Nada de lo que tenga que ver con la imagen de marca, y en especial el logo, se hace por casualidad, y doctores tiene la iglesia para dictaminar hasta qué punto la imagen afecta al conjunto del negocio, pero en Opel hay un interés claro en ser percibida como una marca diferente. Por eso hablan ahora de "un cambio de paradigma", el que le hace pasar de ser simplemente un fabricante de automóviles a convertirse en un "proveedor de movilidad conectada".

"La industria del automóvil está cambiando más rápido y más profundamente que nunca. El vehículo en sí ya no es el centro de atención. Ahora el enfoque se centra en la movilidad de las personas", apuntaron ayer desde Opel al dar cuenta de su cambio de logotipo y su mensaje esencial. "De mecánica a digital, de combustible a electricidad, de poseer un automóvil a soluciones de movilidad basadas en cada necesidad", añadieron.

Para Tina Müller, vicepresidenta de Marketing y miembro del Consejo de Opel, seguramente la persona que ha pergeñado este giro, el nuevo ‘claim’ (lema), el que subraya que "el futuro es de todos", tiene su origen en el alma de la compañía alemana. "Es un compromiso, un enfoque y una obligación, y por lo tanto mucho más que una simple promesa de producto", apuntó Müller, cuya procedencia (estaba en L’Oreal antes de acceder a la filial de GM) se ha ido notando en presentaciones de modelos de Opel de los últimos años, aunque quizás no tanto por quienes consideran que la marca sigue siendo demasiado seria.

En cuanto al logo, desde la compañía indicaron que el que se presenta ahora buscaba más claridad y simplificación porque se consideraba decisivo "concentrarse en lo esencial". Por ello a partir de ahora todos los canales de comunicación utilizarán un logotipo de Opel con un aspecto 2D claro. Eso sí, los componentes básicos del distintivo se mantendrán, "con un círculo como símbolo de una rueda y el relámpago como signo de energía pura". Fácil de reconocer, apuntó la marca, "incluso de un vistazo: simple-sencillo-directo".

El nuevo logo que proyecta Opel ahora es el más simple de su historia, como puede comprobarse con las imágenes de esta página, si bien la firma insiste en su apuesta por la innovación, con coches eléctricos como el Ampera-e y servicios de conectividad como el OnStar. Una apuesta con la que querrá marcar diferencias respecto a las otras marcas de su futuro grupo, el francés PSA.