​¿Adiós al billete de 500€?

El BCE está considerando retirarlos, ante la sospecha de que se estén utilizando como instrumento para actividades ilegales.

En la zona del euro hay 306.780 millones en billetes de 500 en circulación, sin embargo más de la mitad de la población europea (el 56%) no ha visto nunca este billete, tal y como señalan desde el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). Ante la sospecha de que estén siendo utilizados como instrumento para actividades ilegales de toda naturaleza (como el blanqueo de capitales, el crimen organizado o el terrorismo), el Banco Central Europeo (BCE) está considerando retirarlos, según confirmó el lunes el presidente de la institución, el italiano Mario Draghi.


Previamente a dicha consideración, el pasado viernes, los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea encargaron a la Comisión Europea y al BCE que examinen esta posibilidad y presenten propuestas hasta el próximo mes de mayo después de que Bruselas apuntara en su plan contra la financiación del terrorismo los billetes de 500 euros como un método para realizar grandes transferencias sin dejar rastro.


De llevarse a cabo, sería la primera vez que el BCE retira con el euro una denominación de billete como tal. Lo que sí ha hecho en otras ocasiones es sacar de la circulación billetes cuando ha habido un cambio de diseño para evitar las falsificaciones. También desde el Banco de España se apunta que en tiempos recientes no ha habido una retirada de denominación de billetes. “Sí se han sustituido billetes por monedas por el mismo valor”, apuntan a este diario fuentes de la entidad nacional.


Desde 2004 Gestha lleva alertando del atesoramiento del billete de 500 euros, según recuerda a Heraldo su secretario general, José María Mollinedo. “Desde hace tiempo determinadas unidades policiales de países europeos venían avisando de que estos billetes sirven como instrumento para quedarse con los beneficios procedentes de las actividades ilícitas de la delincuencia organizada o de la financiación del terrorismo”, señala. Según Mollinedo, en estos momentos hay en España circulando 34.104 millones de euros en billetes de 500, “lo que supone el 75% del dinero en circulación”. “Con esta proporción si hubiera un reparto igualitario, la mayor parte de las personas tendrían billetes de 500 en su cartera. Esto significa que hay alguien que lo está atesorando”, añade.


Dos años después de la entrada en vigor de la moneda única europea (2002), Gestha observó cómo se atesoraba en nuestro país unas cantidades “desorbitadas” de estos billetes para el peso de la economía de España y pidió un censo (que no se incorporó) para saber quiénes tenían esos billetes. “A junio de 2002 había 10.260 millones en billetes de 500 y en 2004, 28.781 millones. En dos años se había más que duplicado el atesoramiento. Esa tendencia siguió aumentado al abrigo de la actividad inmobiliaria y en julio de 2007 alcanza el máximo histórico de 56.955 millones. Las investigaciones corroboraron la sospecha que teníamos de que muchas operaciones con esos billetes -el 90%- tenían que ver con actuaciones de compra-venta inmobiliarias”, recuerda el secretario general del sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, para quien la supresión de estos billetes sería muy positivo.


Así lo piensa también el titular de Economía en funciones, Luis de Guindos, que habla de una medida “adecuada” en la lucha “contra el blanqueo de capitales y todo lo que tenga que ver con corrupción”. En opinión del ministro, los billetes de 500 no cumplen las tres funciones que debe tener el dinero: “Una unidad de cuenta, un depósito de valor y un medio de pago”.


Por su parte, Benoît Coeuré, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, está convencido de que al final serán retirados. A su juicio, hay muchas menos razones para mantener esos billetes que cuando se introdujo el euro, ya que los pagos electrónicos tienen cada vez más peso.


De materializarse, Mollinedo no ve ningún problema para la ciudadanía. “Porque no tenemos esos billetes. Sí puede ser un problema para quien los tenga, ya que tendrá que salir de las cajas de seguridad y se tendrán que ingresar en una entidad financiera, ya que no será una moneda de curso legal”, asegura. Además, indica que si se toma la decisión cree que existiría un periodo transitorio como ocurrió con la peseta y el euro, que tuvieron un tiempo de convivencia de 6 meses.


De momento, el presidente del Banco Central Europeo ya ha dicho que la medida debe ser analizada con “cautela y de la mejor manera”. Asimismo, Draghi deja claro que es una reflexión que “no tiene nada que ver” con la idea de fijar un límite máximo a las cantidades que se pueden pagar en efectivo. “No quiere decir que la gente no podrá seguir guardando sus ahorros en otras denominaciones de billete. La gente podrá seguir guardando billetes de 200 euros”, sostiene.


“No va a ser una decisión rápida la que adopte el BCE. Las experiencias que tenemos es que las cuestiones tributarias de elusión y evasión tributaria a nivel europeo avanzan muy lentamente. Tal vez exasperadamente lentas para lo que demandan los ciudadanos”, concluye el secretario general de Gestha.

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