Los nuevos aperos agrícolas trabajan desde el cielo

Ya se han visto sobrevolando algunas tierras de cultivo en Aragón, por ejemplo durante la vendimia en la que estos aviones no tripulados, conocidos como drones, se encargaban de vigilar el grado de maduración del fruto para guiar la recogida de la uva en su momento más óptimo. Pero queda mucho camino por recorrer. "Tecnologías como la teledetección o el uso de drones pueden ayudar mucho a que el sector agrícola aragonés de un paso de gigante en la gestión del territorio y la optimización de los cultivos", señala el presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Aragón, Jesús Manuel Pérez, que reconoce que aunque a día de hoy hay pocas experiencias, "estamos seguros que en poco tiempo este tipo de tecnologías se generalizarán por los beneficios que conllevan".

Con este convencimiento, dicho colegio profesional, junto con el Consejo General de los Ingenieros Agrícolas, que preside el aragonés Javier Lorén, han organizado el próximo día 19 en el marco de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA) que se celebra en Zaragoza, una jornada técnica en la que se analizará el potencial que tienen para Aragón estas innovadoras herramientas. En ella intervendrán expertos de la talla de Pedro Oñorbe, director del grupo de trabajo de teledetección y drones de la ERSII de la Universidad Politécnica de Madrid, David Vinué, director técnico de Geopixel, Sergio Pardo y Salvador Puig, de UAVworks, y Alodia Martínez, técnico en GIS y Teledetección de la empresa Revolotear.

"Vamos a reunir a un abanico de profesionales y empresas que van a dibujar un panorama muy certero de cómo se están empleando este tipo de tecnologías en el ámbito agrario y los beneficios que pueden llegar a aportar. Estas tecnologías tienen aún mucho potencial de crecimiento y, sin duda, marcarán un antes y un después en la gestión del territorio", señala Lorén. Y recuerda que está demostrado la eficacia de los aviones no tripulados para trabajar los cultivos con precisión, especialmente en la gestión de riesgos o en la detección temprana y localizada de afecciones en las plantas. "Esto permite optimizar la producción agraria, disminuir los costes y reducir el gasto del agua y de los fertilizantes, con el consiguiente beneficio para el medio ambiente", señala el presidente de los ingenieros agrícolas de España, que además contarán con un expositor propio en la feria.