El consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Fernando Gimeno, es consciente de que Aragón no cumplirá el objetivo de déficit (del 0,7 % del PIB) marcado para 2015, y ha asegurado que la situación es muy complicada entre otras cosas por la existencia de partidas no presupuestadas por el PP en las cuentas de este año.

El incremento del déficit afecta, entre otras cuestiones, al pago a proveedores, que se situó en Aragón en 78,59 días de media en julio, pero Gimeno ha explicado a los medios de comunicación que ya ha hablado con el Ministerio de Hacienda para recibir una "inyección" de 270 millones de euros, "a cambio de nada", que permitirá que a finales de año esté "bastante normalizada" la situación respecto a los acreedores.

Recibir dinero del Fondo de Facilidad Financiera implica la redacción de un plan económico financiero que debería estar elaborado ya, ha reconocido el consejero, plan que se presentará "inmediatamente" y que espera que el Consejo de Política Fiscal y Financiera apruebe "este mismo mes".

Gimeno ha insistido en que en el presupuesto de 2015 no se incluyeron "cantidad de partidas" cuyo pago hay que asumir, y ha explicado que también faltan 160 millones de euros para pagar nóminas, que habrá que detraer de otros conceptos.

En este sentido, ha asegurado que atajar el déficit este año va a ser "no es posible", porque para conseguirlo hay que eliminar gastos, cosa que ya se ha visto que es imposible por el problema con las partidas destinadas a nóminas, o incrementar los ingresos, algo que tampoco va a poder hacer.

Aragón no va a cumplir este año el objetivo del déficit y el Ministerio de Hacienda "lo sabe", pero Gimeno se ha mostrado convencido de que el año que viene, con un límite marcado del 0,3 %, sí que será posible.

Para ello, se cuenta con el incremento de los ingresos procedentes del Estado, que el gobierno central ya ha anunciado; con una subida de los impuestos que se presentará próximamente contenida en una ley de medidas fiscales que el PSOE tiene que pactar con los grupos parlamentarios que le dieron la investidura, y con una refinanciación de la deuda que proporcionará, al menos, 50 millones de euros adicionales.

Hasta que todas estas cuestiones no se clarifiquen, Gimeno no podrá presentar el techo de gasto ni el proyecto de presupuestos para 2016, que espera no obstante que pueda llegar a tiempo al Parlamento para su aprobación antes del 31 de diciembre de este año.

Su objetivo, ha agregado, es presentar unas cuentas "sensatas" en las que estén reflejados todos los gastos, y en las que se van a incrementar sensiblemente las partidas destinadas a Educación, Sanidad y Servicios Sociales, ha dicho.