Empleo

Los titulados universitarios firman menos del 10% de los contratos en Aragón

Las personas con estudios superiores se beneficiaron de 38.500 contrataciones de las 397.000 que se realizaron el año pasado. Muchas de ellas están sobrecualificadas para sus puestos de trabajo.

Un joven parado decidió exponerse en un escaparate
Los titulados universitarios firman menos del 10% de los contratos en Aragón
G. MESTRE

El número de parados aragoneses con estudios superiores se ha multiplicado por cuatro desde 2008, pasando de pocos más de 8.000 a más de 33.000. Cinco años de desolación para los jóvenes aragoneses, la mayoría de los cuales no han logrado un trabajo tras licenciarse, y para los no tan jóvenes, que también están sufriendo los efectos de la crisis y el desempleo. Y la situación no parece demasiado alentadora para las personas con estudios superiores, ya que firman menos del 10% del total de los contratos que se registran en Aragón.


Así ha sido durante los dos últimos años, y en 2012 se beneficiaron de 38.500 contrataciones de las 397.000 (un 9,7%) que se produjeron en la Comunidad, mientras que en 2011 fueron 36.373 de un total de 393.000 (9,25%). Algo mejor es la situación de los trabajadores con estudios de Formación Profesional, que durante el año pasado firmaron casi 60.000 contratos -un 15%-, mientras que la mayoría de las contrataciones las acaparan las personas sin estudios superiores, ya que 45.000 fueron para personas con Bachillerato o equivalentes, 193.000 con ESO -con o sin titulación-, 18.000 con estudios primarios y 37.000 sin estudios, según el Informe del Mercado de Trabajo Estatal del Ministerio de Empleo. Hay que tener en cuenta que una misma persona ha podido firmar varios contratos temporales a lo largo de un mismo año.


La situación es especialmente dura para los más jóvenes, muchos de los cuales finalizan sus estudios y se encuentran con un mercado laboral saturado que apenas les ofrece oportunidades. La tasa de paro para los menores de 30 años -independientemente de su formación- aumentó desde un 18,5% en 2008 hasta un 26,9% en 2011, mientras que a finales de 2012 ya se había incrementado hasta el 35,15%, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). “En Aragón hay mucha más ofertas para puestos de baja cualificación, sobre todo en el sector servicios, como camareros, telefonistas o reponedores”, asegura Anoha Miravé, responsable de selección de Adecco para Aragón, Navarra y La Rioja.


De esta forma, muchas personas optan por aceptar cualquier tipo de trabajo, independientemente de que tenga o no algo que ver con los estudios que han realizado, y también hay casos de profesionales que tienen contratos con una categoría inferior al trabajo que realmente desempeñan. “Se dan muchos casos de gente sobrecualificada para sus puestos, como licenciados universitarios que están ocupando cargos para los que no es necesaria una formación de este tipo”, indica Miravé. Según un estudio de Analistas Financieros Internacionales y la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal (Asempleo), casi un 30% de los empleados aragoneses -alrededor de 150.000 personas- están sobrecualificados para el puesto que ocupan.


Repartidor con licenciatura

El ejemplo más claro -y polémico- lo dejó hace poco más de un mes unaoferta de trabajo publicada en un conocido portal de empleo: “Se busca repartidor de bollería. Requisitos: licenciados en Administración y Dirección de Empresas, dispuestos a comenzar la jornada laboral a las 4 de la mañana de lunes a sábado y con carnet de conducir. Sueldo: Entre 12.000 y 15.000 euros brutos anuales”. Las condiciones, criticadas por los sindicatos, no evitaron que hasta 600 personas se interesaran por el trabajo.


Y es que la falta de empleo ha hecho que la mayoría de empresas aumenten las condiciones que exigen a los candidatos. “Piden muchas más experiencia y más requisitos, sobre todo en cuestión de idiomas y formación adicional, aunque luego no los necesiten para el día a día. Como hay poco trabajo, quieren tener a los mejores. Incluso piden una titulación para puestos para los que antes no era necesaria”, relata la responsable de Adecco, agencia de contratación que corroboró la impresión de los aspirantes a un puesto en una de sus encuestas. “Siete de cada diez aragoneses creían que en la mayoría de las ofertas pedían más requisitos de los que eran necesarios para ese puesto”, asegura Miravé.


Ni trabajo, ni apoyos

La situación con la que se han encontrado numerosos aragoneses que han acabado su carrera en los últimos años es que ni consiguen un trabajo ni apoyos para crearlo. “Es una pena tener que marcharte de tu ciudad para estudiar lo que quieres y luego acabar la carrera y no encontrar ninguna oportunidad”, asegura Rafael González del Castillo, zaragozano y recién licenciado en Arquitectura. “El problema es que es difícil encontrar un trabajo, pero también lo es tanto o más emprender”, asegura González del Castillo, quien se ha encontrado muchas más puertas cerradas que abiertas en su intento por hacer funcionar una revista especializada en arquitectura, 'Disigning The Future'


Mientras tanto, las opciones cada vez son menores, y en muchas ocasiones se reducen a optar por becas o la cada vez más recurrente emigración. Otros, como hizo el zaragozano Francisco Javier Cebollero, recurren a opciones más mediáticas y reivindicativas, como exponerse en un escaparate. “Hay gente que se ha aprovechado de la situación para crear un sistema de opresión al joven universitario. Y si te vas fuera, las condiciones que encuentras también son peores, ya que ya hay muchos españoles en otros países y allí se han dado cuenta de que lo estamos pasando mal y de que aceptaremos un trabajo de alta cualificación con peores condiciones”.