Carta de un joven arquitecto

"Ni nos dan trabajo, ni dejan que lo creemos nosotros"

Un joven arquitecto zaragozano relata en una carta su experiencia tras obtener un título universitario.

Equipo de la revista de arquitectura Designing the Future
"Ni nos dan trabajo, ni nos dejan crearlo"

Ni nos dan trabajo, ni nos dejan crear trabajo. Es la conclusión a la que uno llega tras intentar emprender varios caminos. Acabamos de lanzar una nueva revista de arquitectura 'Designing The Future', para conseguir financiación a través de una plataforma de 'crowdfunding' internacional. Somos jóvenes de entre 25 y 27 años, no tenemos capital para hacer un desembolso económico y las ayudan escasean (pedidas están). Hasta aquí toda va bien, con micro aportaciones a nuestro proyecto en la web,  poco a poco vamos consiguiendo capital.


Pero el tortazo te lo llevas, cuando esperas que tu universidad, de la que has salido hace nada y donde dicen que siempre será tu casa, no envía un mísero correo electrónico a los estudiantes de Arquitectura, que son los receptores de esta revista, ya que explicamos de manera gráfica y técnica cómo diseñar un buen proyecto final de carrera. Sin embargo, sí nos mandan información de cursos de vela, ópera u ofertas de almacenamiento en la red. También hemos tenido negativas de otras escuelas, revistas, arquitectos, colegios profesionales...


Sin embargo, los que nos han apoyado -pocos en relación a la ayuda pedida-, nos han apoyado mucho y nos han permitido presentar nuestro proyecto. Muchas gracias. ¿Tenemos éxito? La verdad es que no mucho. En esta sociedad nos gastamos 8 euros en un cubata, pero pagar 5 euros por un producto que te va a ahorrar horas y horas del trabajo nos cuesta mucho. Somos así y seremos así, con crisis o sin ella. ¡Qué suerte tenemos que somos felices con una cerveza en el bar de la Pepa!


También hemos trabajado durante dos años con una agencia periodística internacional, dedicando días completos a conceder entrevistas para mostrar la realidad actual del joven universitario. Pero ahora que intentamos sacar algo nuevo, pedimos una entrevista y la esquivan. Son tantas las puertas que se cierran que al final te desesperas, y acabas pensando que cobrar 600 -incluso 300- euros por unas prácticas no es tan mala idea.


Atrás va quedando la fuerza reivindicativa de oponerse al sistema estrangulador actual y salir con la cabeza alta. ¿Pero salir hacia dónde? ¿Al extranjero? Sí, es la última opción que queda. Allí te esperan con los brazos abiertos -a veces-, sabiendo que los españoles lo estamos pasando mal y que aceptaremos un trabajo de alta cualificación por menos de lo que se debería cobrar. ¡Viva la Pepa! La del bar, que tantos ánimos nos da para seguir.



Rafael González del Castillo es licenciado en Arquitectura por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.