Los desempleados aragoneses que ingresaron en el paro desde el 14 de julio del año pasado recibirán una desagradable sorpresa este mes de marzo. Ese día entró en vigor el 'Decreto de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria', que supone una reducción del 10% la cuantía de la prestación por desempleo de quienes estén cobrando el paro durante más de medio año, y que tendrá sus primeros efectos este mes, cuando reciban la suma correspondiente a febrero.

Durante los primeros seis meses, los parados con derecho a prestación cobran el 70% de la media de la base reguladora de sus cotizaciones, pero a partir de la séptima mensualidad, ese porcentaje se reducirá del 60 al 50%. Esta medida, concebida para reducir un gasto en prestaciones que se ha disparado durante los últimos años, no afectará a aquellos que estaban cobrando antes de su entrada en vigor ni a todos los que han comenzado a cobrar después, ya que quedan exentos aquellos cuyo 'salario' esté por encima de la cuantía máxima -entre 1.087 euros sin hijos y 1.397 con dos o más hijos- o por debajo de la mínima -497 sin hijos o 664 con descendientes-.

Afectará al 55% de los nuevos parados

Según estimaciones de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, el recorte perjudicará al 55% de los nuevos parados, aunque desde los sindicatos advierten que el porcentaje será bastante mayor. De momento, es difícil cuantificar a cuántos aragoneses afectará el nuevo tijeretazo, ya que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) solo pública las altas en las prestaciones, pero no especifica la duración de las mismas o las bajas que se producen por haber encontrado empleo o por irregularidades. Sin embargo, teniendo en cuenta que desde el pasado mes de julio se han producido más de 200.000 altas solo en Aragón, el número de afectados no debería ser para nada despreciable.

El decreto, que ahora se cobrará sus primeras víctimas en forma de rebaja en la prestación, afectará durante los próximos meses al resto de desempleados con derecho a más de seis meses de paro que comenzaron a cobrar desde agosto. “En una época en la que hay perspectivas de encontrar un trabajo a corto plazo no sería tan descabellado, pero en la actualidad no puedes reducir la cuantía de desempleados que ni siquiera tienen la oportunidad de reincorporarse al mercado laboral”, indican fuentes de UGT. De hecho, desde el Gobierno ya han cuantificado este ahorro, ya que para este 2013 ha presupuestado algo más de 19.000 millones de euros para la prestación -26.700 teniendo en cuenta el resto de subsidios- frente a los 21.000 del año pasado.

Un recorte significativo

Aunque desde el Gobierno se hayan intentado suavizar los efectos de la medida, lo cierto es que los aragoneses que la sufran lo notarán en sus bolsillos de forma significativa. Por ejemplo, un 'mileurista' que se haya quedado sin trabajo cobrará 700 euros durante los seis primeros meses de la prestación, que a partir del séptimo mes pasarán a ser 500, frente a los 600 euros que recibiría si el decreto no hubiera entrado en vigor. Un recorte de 100 euros mensuales que todavía sería mayor en caso de que la base reguladora sobre la que se calcula sea más alta.

Si ahora se quedara en el paro una persona con un salario de 1.200 euros, cobraría 840 durante el primer medio año, mientras que a partir de entonces pasaría a 600, 120 menos de lo que les corresponde a los que se inscribieron en las oficinas del Inaem antes del 14 de julio.

Tres meses menos de paro

Aunque Mariano Rajoy encontró una solución a medias para evitar el recorte del tiempo de las prestaciones solicitado desde Bruselas y decidió reducir la ayuda para mantener la duración, fuentes sindicales denuncian que la medida supone la pérdida real de tres meses y medio de paro. Un 'mileurista' que se ha quedado sin trabajo y tiene derecho a dos años de paro, por ejemplo, perdería 100 euros mensuales durante 18 meses, lo que supondría acabar cobrando 1.800 euros menos, el equivalente a más de tres de sus mensualidades de 500 euros.