Los trabajadores de la empresa de colchones Pikolín han iniciado este miércoles, con un paro de una hora por turno y una concentración a las puertas de la planta en la carretera de Logroño en Zaragoza, un calendario de movilizaciones contra el expediente de extinción de empleo que afecta a 204 empleados. 

La empresa presentó ayer ante la autoridad laboral un ERE de extinción de empleo que en principio afecta a 236 trabajadores, 232 de la plantilla de la fábrica de Zaragoza, aunque con la voluntad de negociar un acuerdo con los sindicatos que permita reducir los despidos a 204 vinculado a un segundo ERE de suspensión de empleo de hasta 105 días de duración durante tres años.

Un expediente "desproporcionado", según ha manifestado el presidente del comité de empresa, Juan Pérez, tras el paro de una hora del turno de mañana y oficinas entre las 12.00 y las 13.00, con un seguimiento que ha cifrado en torno al 98 por ciento, y la concentración, que se ha desarrollado con normalidad porque los empleados están "muy concienciados" y saben lo que se "juegan".

De esta forma, los empleados han iniciado movilizaciones, que incluyen paros parciales y una huelga indefinida a partir del 5 de febrero, para reclamar un plan industrial a medio plazo y contra los despidos planteados por la empresa sin haber evaluado otras alternativas, como una plan de jubilaciones "digno" o un ERE de suspensión, ha dicho el presidente del comité.

Pérez ha insistido en que el comité está dispuesto a negociar un plan industrial de futuro y si éste depara despidos, a estudiarlos, así como a encerrarse con la dirección en las instalaciones de la carretera de Logroño este fin de semana "y no salir" hasta que lleguen a un acuerdo.

Aunque aún no han sido convocados por la empresa, esperan que las negociaciones comiencen la semana próxima y, en todo caso, mantendrán una reunión el próximo miércoles en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) con motivo de la huelga indefinida anunciada por el comité a partir del 5 de febrero.