Reestructuración bancaria

Dirección y sindicatos de Caja3 afrontan la última reunión antes del dictamen de Bruselas

Ambas partes se encuentran ya reunidas para intentar llegar a un acuerdo

Sede central de Caja Inmaculada (CAI).
Ibercaja y Caja3 avanzan en las negociaciones para poner en marcha un proceso de fusión
HERALDO

Vencido ya el plazo marcado para llegar al acuerdo laboral que posibilitaría la integración con Ibercaja, dirección y sindicatos de Caja3 celebran en estos momentos en Madrid una última reunión -enmarcada esta en la negociación del ERE presentado para 592 trabajadores del grupo- antes de que Bruselas se pronuncie, mañana jueves, sobre las ayudas que concederá a las entidades del denominado grupo 2 (Caja3, Liberbank, BMN y Banco Ceiss).


Como ya apuntaban los sindicatos el lunes por la noche, la última oferta de la dirección fue rechazada formalmente a primera hora de la mañana de ayer tras considerar los representantes de los trabajadores que, pese a que incluía alguna mejora respecto a lo anunciado antes, la oferta es «claramente insuficiente».


La aportación más novedosa que incluye la última oferta de la dirección es el aumento hasta 100 de las suspensiones temporales de contrato, 60 de ellas para un periodo de dos años y 40 para tres años. El planteamiento inicial afectaba a 59 empleados y se indicaba que era para tres años, aunque luego se rebajó a dos. Más allá de este punto, los sindicatos reseñaron que la nueva propuesta -que según la dirección cubre «lo razonablemente posible»- solo añade como llamativo el compromiso de que de materializarse la integración en Ibercaja después de la reestructuración, las condiciones para los empleados serían las mismas que las de aquella entidad. Además de lo anterior, el documento de la dirección incluye, según las centrales, el mantenimiento de las condiciones de los préstamos a trabajadores y una serie de apoyos a las personas que se queden sin empleo vía Obra Social.


Los sindicatos, por su parte, mantienen la batería de propuestas que, desde su punto de vista, ayudarían a hacer frente a las necesidades de ahorro de la entidad pero con medidas que suavizarían el recorte de empleo. En ese sentido, insisten en la puesta en marcha de actuaciones «coyunturales, no estructurales», como las suspensiones rotativas de empleo (medida empleada en los ERE de General Motors, por ejemplo), la reducción de salarios o la suspensión durante un tiempo de las aportaciones de la empresa a los fondos de pensiones de los trabajadores.


Los representantes de los cuatro sindicatos de los comités de Caja3 (UGT, CC. OO. ASIPA y CSICA) mantuvieron contactos ayer por la tarde para detallar mejor la propuesta que llevarán hoy a la mesa de negociación con la dirección. «Estamos seguros de poder ofrecer un ahorro coyuntural superior al que proponen ellos, pero si no lo aceptan, estudiaremos lo que nos propongan», avanzó ayer sobre el posicionamiento sindical Miguel Ángel Villalba, de CC. OO. «Siempre prefiero un acuerdo con la entidad, pero si nos ponen condiciones tan malas, no las aceptaremos», apuntó por su parte Victoria Camarena, portavoz de UGT, quien reconoció que, sin acuerdo, las posibilidades de una nacionalización de Caja3 aumentan.Presión

Los dirigentes sindicales consultados admitieron ser conscientes de la presión que supone para ellos -«sabiendo que hay 2.600 familias detrás, una entidad y unos clientes», dijeron- el hecho de no llegar a un acuerdo y sus consecuencias, pero recordaron que hay decisiones (sobre la integración, por ejemplo) que no les corresponde adoptar a ellos.

Con las posturas entre la direción y los sindicatos de Caja3 tan alejadas, las posibilidad de que se llegue hoy a un acuerdo se ve, al menos a priori, muy difícil. La continuidad del proyecto con Ibercaja, que incluía ese acuerdo entre las condiciones para adquirir el grupo que integran Caja Inmaculada (CAI), Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz, es a día de hoy más que cuestionable.


A este escenario se llega después de dos semanas de intensos contactos entre las partes. El anuncio del plan con la cifra de despidos fue comunicado por la dirección de Caja3 el 3 de diciembre, cuatro días después de anunciarse la operación con Ibercaja, si bien las primeras cesiones de la dirección no se hicieron notar hasta el pasado día 14.


Resulta clave en el proceso el posicionamiento de Bruselas. La Comisión Europea estaría dispuesta a abrir a Caja3 la posibilidad de recapitalizarse a través de bonos contingentes convertibles o CoCos siempre que se integre en un grupo mayor, ya que de no hacerlo los apoyos económicos se harían a través del FROB, es decir, con la entrada en el capital por parte del Estado.


Amado Franco, presidente de Ibercaja, fue muy claro el pasado 12 de diciembre cuando declaró públicamente que si Caja3 no alcanzaba un acuerdo laboral con los requisitos impuestos por Bruselas, no habrá ayuda en forma de CoCos y si eso no ocurre, «Ibercaja no puede adquirir Caja3».