Educación

El grupo editorial Edelvives cumple 75 años en Zaragoza

Se instaló en Zaragoza en 1937 en la calle Bolonia, y tras un periodo de tiempo en Fernando el Católico ocupó su actual sede en el barrio Oliver.

Conmemoración de Edelvives
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EFE

El grupo Edelvives ha conmemorado el 75 aniversario de su planta de Zaragoza con expectativas de crecer y de incrementar su presencia en el mercado nacional y ampliarla al internacional.


Así lo han puesto de manifiesto los responsables del grupo durante el acto conmemorativo, que ha contado con la asistencia de la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y del presidente del Consejo de Administración de Edelvives, Antonio Giménez de Bagüés.


La de este grupo, nacido en Barcelona hace 123 años, es una "costosa historia de tejer y destejer" ha resaltado Giménez Bagüés en alusión a las dos veces que la fábrica fue pasto de las llamas, la primera con motivo de la Semana Trágica de la Ciudad Condal en 1909 y la segunda en 1936 al inicio de la Guerra Civil.


Herederos de una "rica" tradición de artes gráficas y libros de texto, el presidente del Consejo de Administración ha destacado que el éxito de esta empresa es fruto de un trabajo colectivo y, citando a Isaac Newton, por haberse "subido a hombros de gigantes".


Se instaló en Zaragoza en 1937 en la calle Bolonia, y tras un periodo de tiempo en Fernando el Católico ocupó su actual sede en el barrio Oliver, y aunque mantiene filiales en Barcelona y Madrid, su consejero general ha asegurado que el grupo está "con Zaragoza".


Su fuerte penetración en el mercado, con más del 30 por ciento en libros de Primaria, el premio a la exportación que recibió hace unos años y su expansión en Iberoamérica, certifican, según la presidenta de Aragón, su vocación de futuro.


Tras transmitirles su enhorabuena por el aniversario, Rudi ha expresado su deseo de que el grupo siga "indiscutiblemente" unido a Aragón, sea referente en España y su implantación en Iberoamérica "progrese adecuadamente".


Belloch ha rememorado su infancia con algunos de los libros de texto de esta editorial que, ha dicho, "forma parte del imaginario colectivo educativo", al tiempo que ha resaltado que la empresa vende libros "pero sobretodo valores".


En declaraciones posteriores a los medios de comunicación, el subdirector general del Grupo, Javier Cendoya, ha informado de que a pesar de la crisis la compañía crece desde hace diez años y de manera sostenida durante los últimos cuatro.


En global el crecimiento ha sido del 12 por ciento y del 17 en libros de texto, en primer lugar, ha subrayado, por el equipo "fantástico" que integra el grupo, con gente "muy implicada" y con "ganas de hacer cosas distintas".


Pero también por una importante inversión en activos (maquinaria e instalaciones) que ha sumado doce millones de euros en los últimos cuatro años y de siete millones de media al año en creación editorial (texto y libro infantil y juvenil).


En 2011 el grupo facturó 55 millones de euros, de los que el 70 por ciento correspondió a libro de texto escolar, el 20 a literatura infantil y juvenil y el 10 por ciento a gráfico.


El grupo da empleo a 450 trabajadores, 180 en Zaragoza, además de otros 80 en las sedes de latinoamérica.


El 30 por ciento de la producción se exporta a veinte países entre ellos Bélgica, Francia, Argentina, Brasil, Colombia y Centroamérica y varios del mundo anglosajón.


A pesar de estos datos positivos, el director general de Edelvives, Julián Sanz, no esconde la preocupación de la compañía por las consecuencias que en el libro puede tener la innovación tecnológica y el libro electrónico.


Aunque procuran dar respuesta "día a día" e invertir, a juicio de Sanz el "problema importante" es que no hay regulación suficiente de la compra-venta del producto digital, "un riesgo" que puede implicar la caída en el futuro de los inversores e incluso de los escritores.