Un descenso internacional

Un centenar de palistas muestran sus habilidades en el rafting en el río Ésera.

Un descenso internacional
Un descenso internacional

Un centenar de palistas, integrados en diez equipos, participaron en el Trofeo Internacional de Rafting que se celebró en las aguas del río Ésera. La zona de regatas de la localidad ribagorzana de Campo conocida como ‘Entre Puentes’ fue el escenario de esta prueba que congregó a deportistas llegados desde Aragón, Cataluña, Andorra o Francia y que fue seguida por numerosos espectadores que no quisieron perderse el desarrollo de esta espectacular modalidad deportiva.


El programa competitivo se inició el sábado con la disputa matutina de la carrera de ‘spring’, un rápido descenso tras el que los mejores clasificados pudieron optar por escoger la posición para la siguiente prueba de ‘head to head’, competición que enfrentaba a dos embarcaciones. Ya por la tarde, tuvo lugar la prueba de ‘slalom’, en la que los equipos debieron enfrentarse a un recorrido con diez puertas que debían sortear. El computo final de las clasificaciones parciales dio como vencedores absolutos a los integrantes del conjunto de Sobrarbe, que estuvieron acompañados en el podio por los palistas del Club Caiac Mitjana Extreme y por los del combinado local de Campo. En categoría júnior, Los Mazaus y Remos Rezios obtuvieron ‘ex aequo’ la victoria por delante de Los Colgaos y Los Pandas.


La Asociación Turística y Empresarial del Valle de Benasque (Atevb) y las empresas de turismo activo que trabajan en la zona estuvieron detrás de la organización de esta cita, que contó con el aval de la Federación Internacional de Rafting. "La habíamos concebido, en principio, como un Campeonato de España de esta modalidad deportiva, pero diferencias de criterio entre la Federación Internacional y la Federación Española de Piragüismo que engloba también la modalidad de rafting en nuestro país– han motivado el cambio de nombre de la prueba para aunar pareceres y limar posibles asperezas", señala José Luis Hernández, gerente de la Atevb.


Polémicas terminológicas al margen, la prueba ribagorzana se incluyó en el calendario de la Federación Internacional, y servía a los ganadores para clasificarse para el Campeonato de Europa-Eurochamps de esta exigente modalidad. El trofeo, que aspira a perpetuarse, cumplió también otro de los objetivos que acompañaron su nacimiento pues fue un perfecto escaparate de las potencialidades del entorno de Campo, de Ribagorza y del río Ésera para la práctica de esta y otras modalidades relacionadas con las aguas bravas.


Y recuperó de paso la histórica vinculación de este territorio con las competiciones de deportes acuáticos, que tuvo su máxima expresión con el Descenso Internacional del Ésera que se celebraba en Graus, y que durante varias décadas fue una de las pruebas auténticamente clásicas del calendario piragüístico español.

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