SD HUESCA
SD Huesca-Eldense: una final anticipada en octubre
El equipo azulgrana recibe al Eldense en pos de la reacción tras las dos derrotas de esta semana y con Ziganda en una posición delicada (16.15).
Las dos derrotas en cuatro días ante Sporting de Gijón y Real Oviedo han acelerado las dudas alrededor de la SD Huesca y de su entrenador, Cuco Ziganda, que pueden enfrentarse a una final en octubre. La disputan en casa y ante otro equipo en puestos de descenso, el Eldense (16.15, LaLiga TV Hypermotion), al que se quiere dejar atrás para empezar a ver un poco de luz entre las grietas. Un plebiscito en torno al papel del club, el nivel de los futbolistas y el futuro del técnico navarro que no debe ocultar el bosque: hay que ganar o ganar. Otro resultado adverso convertiría la situación en insostenible.
Por todo ello, los azulgranas se aferran a El Alcoraz en pos del primer triunfo local. Hasta la fecha, todo o casi todo han sido disgustos en casa, con las derrotas ante Tenerife y Sporting y los empates con Mirandés y Villarreal B. Una visión simplificada de las cosas invita a afirmar que Ziganda se juega el cargo. La premura de los plazos ha impedido una reflexión profunda, y la reacción que se dio hace dos semanas en Alcorcón ha quedado enterrada por los problemas de siempre. La SD Huesca se desangra en las dos áreas por sus errores defensivos y las dificultades para anotar.
En el debate alrededor de la figura del navarro influyen otras cuestiones más allá de su labor diaria. El nivel real de la plantilla tras las llegadas y salidas del verano, algunas de ellas a última hora; las posibilidades que explota Ziganda o no termina de aprovechar, o su cintura táctica con la variedad táctica que se ha explorado desde la primera jornada. El entrenador suele ser la figura más expuesta y sencilla de reponer cuando llegan mal dadas, pero el vestuario está con él y en el club también encuentra partidarios convencidos de que es pronto y de que la labor del navarro dará sus frutos. El preparador está habituado a las crisis, pues ha sido cuestionado en un momento u otro en todos sus destinos.
La SD Huesca aspira a dar la vuelta a una dinámica perversa. Ha encontrado futbolistas que permiten jugar con más criterio que el curso pasado pero estos no resuelven unos problemas endémicos. Además, los partidos se hacen largos y el rival sabe que con una labor de desgaste le puede alcanzar para puntuar. Una victoria en nueve jornadas debería ser un motivo suficiente de alarma. La zona baja de la clasificación aparece comprimida e interesa que se involucre el mayor número posible de equipos. Para dejar atrás al Eldense, que suma un punto más que los de Ziganda y es cuarto por la cola, se confía en un buen arranque que estimule la comunión con la grada, lejos de la tensión de días recientes.
Ziganda introdujo seis cambios en el once del pasado miércoles en el Tartiere, con lo que protegió a algunos de los futbolistas que considera elementales para la cita de este sábado. Entre ellos, un Samuel Obeng que ni siquiera viajó a Asturias pero que está a punto para volver a ser la principal referencia en ataque. También descansaron Jorge Pulido, Iván Martos, Óscar Sielva o Hugo Vallejo, aunque estos dos últimos sí dispusieran de minutos sobre el verde. La única ausencia por lesión es la de Gerard Valentín, mientras que Miguel Loureiro es duda y el viernes no se entrenó con sus compañeros. Con todo ello, cabe pensar en una base que el navarro quiere prolongar en el tiempo a falta de que se consoliden aspectos como el centro del campo o el acompañante del ghanés: Kanté de nuevo o incluso Javi Martínez si se le rescata de la banda derecha. De las alternativas que dejó Oviedo, la más rescatable fue la de Álex Balboa para la línea medular.
Los alicantinos, protagonistas de dos ascensos consecutivos y entrenados por Fernando Estévez, se presentan en El Alcoraz con David Timor y Marc Mateu. Comenzaron con dos triunfos en las tres primeras jornadas, ante Cartagena y Eibar, pero en los seis encuentros posteriores solo han sumado dos puntos.
