A la primera victoria de la temporada conseguida la jornada anterior en Alcorcón, no se le pudo añadir la primera alegría como local. La SD Huesca sigue sin encontrar la manera de ganar en El Alcoraz, el que debiera ser un lugar seguro en el que acumular puntos -tal como sucedió en el último curso- se está convirtiendo en un problema. Frente al Sporting cayó por 0-1 en un partido en el que tras una buena primera parte, especialmente los primeros minutos, acusó después en exceso el tanto de los rojiblancos al inicio de la segunda tardando demasiado en reaccionar. En cuatro encuentros en casa solo ha logrado dos empates con conjuntos también de la zona baja, el Villarreal B y el Mirandés, y ha caído con aquellos que están situados en la alta; antes ya había hincado la rodilla con el Tenerife. Ante la afición se han sumado dos de doce puntos posibles. La realidad es cruda.

El tropiezo implica regresar a los puestos de descenso al inicio de una semana futbolística en la que el miércoles tocará visitar al Oviedo y el sábado recibir al Eldense, el rival que está justo por debajo en la clasificación y el que se sitúa un puesto por encima. Un calendario comprimido que no ayuda a un equipo necesitado de tiempo para crecer y aunarse, para ganar en recursos. Ya había advertido Ziganda que aún se está en proceso de crecimiento tras la tardía incorporación de piezas importantes. Lo positivo es que se ha establecido un molde para el estilo de juego, un camino por el que progresar, lo negativo, que las carencias saltan a la vista, especialmente en lo que a la creación se refiere, y que hay necesidad de buenos resultados. El triunfo en Alcorcón fue un balón de oxigeno que hay que seguir llenando para que la inquietud no vuelva a surgir.

Aunque aún no hubiese ganado a domicilio y ni tan siquiera marcado, desde el primer momento se vio que el Sporting no es el Alcorcón. Miguel Ángel Ramírez maneja un bloque sólido que conoce sus fortalezas y debilidades, que a diferencia de los madrileños no pierde el balón en zonas críticas y que tenía bien estudiado al Huesca. Logró que no le generase peligro en el balón parado y estuvo siempre atento a evitar las contras. Ello no quitó para que en los últimos minutos y, a pesar de haber acariciado el 0-2, tuviese que sufrir.

El once que dispuso Ziganda fue el mismo que una semana atrás. A pesar del regreso de Rubén Pulido y aunque también estaba en el banquillo Blasco, se siguió confiando en Loureiro como central. En el medio se consolida el cuarteto formado por Javi Martínez, Sielva, Hugo Vallejo y Mier, y arriba Kanté tuvo un buen arranque como pareja de Obeng, pero luego se diluyó. Eso sí, que Álvaro fuese el más destacado nunca es buena señal.

La primera parte no tuvo goles, aunque a Kanté se le anuló uno y Álvaro tuvo que aparecer en un par de ocasiones para evitar que los asturianos se adelantasen. Fue intensa, con alternativas y con juego directo por parte de los dos contendientes. Ambos buscaron las espaldas del otro. En ello tuvieron un papel importante las bandas. En los azulgranas se dejó ver mucho Javi Martínez aunque la primera llegada la culminó Hugo Vallejo.

Fue a los seis minutos. Kanté le ganó en el cuerpeo a Insua y el balón le acabó llegando al extremo que se incorporó como una centella para disparar por encima del larguero. Después, al Huesca lo que le quedó fue luchar, correr, apretar los dientes. Jugó de tú a los rojiblancos, pero no se plantó con tanta claridad ante la meta de Yáñez. Kanté mandó el balón a la red en la penúltima acción previa al descanso. Recogió un buen pase por el medio de Loureiro tras una recuperación del gallego y galopó hasta marcar. Sin embargo, se señaló fuera de juego. Antes se había pedido por parte de la grada una mano de Insua en el área que Orellana Cid no estimó. Cuando no se había cumplido ni un minuto el árbitro andaluz ya había sacado la primera amarilla del partido a Javi Mier, que arrancó con las revoluciones altas. Para un oviedista jugar contra el Sporting siempre es especial y en el once azulgrana además de él también estaban Obeng y Nieto.

Partido SD Huesca-Sporting de Gijón

En la primera aproximación visitante con intención, Insua, exazulgrana como Yáñez y Rivera, que salió en la segunda parte, no cabeceó por poco un córner y sí lo hizo a bocajarro sobrepasada la media hora en un centro de Hassan en el que Álvaro fue providencial. También lo había sido en otro testarazo, en este caso de Campuzano que pudo despejar en una acción ensayada.

Los asturianos volvieron al partido más entonados y marcaron el 0-1 a los cuatro minutos de la reanudación. Nacho Méndez se hizo con el balón en el corazón del área tras un rechace, sacó el disparo, rebotó en la cabeza de Sielva y entró en la portería. El golpe afectó a los locales. Joaquín relevó a Kanté y Kento, a Mier. El japonés, dentro de su proceso de puesta a punto, ha entrado en el campo en los últimos tres partidos siempre justo antes de la hora de juego.

En una falta lateral, Álvaro tuvo que volver a despejar. Cote quiso cogerle desprevenido mirando directamente a puerta pero no lo logró. El riojano también tuvo que frenar a Campuzano y en una contra Gaspar perdonó un segundo gol que parecía cantado.

El susto activó al Huesca. Yáñez no atajó bien y Obeng buscó el empate, pero Insua lo evitó. El Alcoraz se encendió con varias decisiones arbitrales y el Sporting reculó. Para el último cuarto de hora se confió en Vilarrasa y Bolívar, que recogieron los testigos de Martos y Obeng, que, después de haber estado toda la semana entre algodones, abandonó el terreno de juego cojeando entre aplausos.

El balón fue ya para el Huesca, que no encontraba el agujero por el que colarse en la defensa del Sporting y que vivía con el peligro constante de que su contrincante rematase la faena. Queipo disparó fuera en una contra. En el otro lado, Hugo Vallejo se convirtió en Ferreiro para dejar atrás a su defensor con una serie de recortes, pero el pase a escasos centímetros de la meta, le cogió a contrapié a Javi Martínez.

La última bala fue el cambio de DiegoAznar por, precisamente, Vallejo. Las faltas cerca del área visitante se sucedieron, pero sin que Sielva encontrase destinatarios. Buscó un cambio de registro y optó por el tiro directo como ante el Villarreal B. Yáñez estiró su manopla a la escuadra y salvó a los suyos cuando se llegaba al 90.

Creció la tensión con una acción en la que Diego Aznar cayó al césped y en la que se reclamó penalti. El Huesca lo intentó colgando balones, entre los visitantes Queipo no llegó a un pase de Djuka en el área y el choque murió sin que se lograse al menos el empate.

Ficha técnica

SD Huesca: Álvaro, Nieto, Loureiro, Jorge Pulido, Martos (Vilarrasa, 76), Javi Martínez, Sielva, Javi Mier (Kento, 57), Hugo Vallejo (Diego Aznar, 87), Obeng (Bolívar, 76) y Kanté (Joaquín, 57).

Real Sporting: Yáñez, Pascanu, Izquierdoz, Insua, Cote(Pablo García, 79), Hassan (Djuka, 79), Nacho Méndez, Roque Mesa (Rivera, 72), Gaspar (Rosas, 90), Otero y Campuzano (Queipo, 72)

Goles: 0-1, min. 49: Nacho Méndez.

Árbitro: Orellana Cid (Comité Andaluz). Mostró amarilla a los locales Javi Mier (1), Martos (61), Sielva (68), Nieto (90+2), Kento (9'+2) y Bolívar (90+6) y a los visitantes Roque Mesa (41), Djuka (84), Izquierdoz (87), Yáñez (90+2), Nacho Méndez (90+2) y Rivera (90+6)

Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de liga de Segunda División disputado en El Alcoraz ante 4.884 espectadores.

Así hemos contado el partido