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La primera versión de la SD Huesca: fiabilidad defensiva y problemas con el gol

Tras los dos primeros amistosos del verano, el equipo azulgrana presenta de momento un diagnóstico similar al de la pasada temporada.

Imágenes del partido entre el Mirandés y la SD Huesca en Tafalla.
Rubén Pulido salta a por un balón durante el amistoso con el Mirandés.
Eduardo Sanz Nieto

Tres semanas de trabajo contemplan a la SD Huesca, que a punto de iniciar la cuarta ya presenta los primeros aspectos destacables y otros a mejorar. Después de los amistosos ante Osasuna, con derrota mínima (1-0), y el 0-0 con el Mirandés se atisba un diagnóstico similar al que acompañó al bloque de Cuco Ziganda la pasada campaña: fiabilidad defensiva y problemas ante la portería contraria. Un análisis de trazo grueso, muy general, que no ha de esconder la intención de mejorar en la circulación de la pelota y la confirmación de que el técnico navarro apuesta de manera clara por una zaga de tres centrales que parece haber llegado para quedarse.

El esquema que Ziganda trabaja con vistas al inicio oficial del curso supera el rango de simple opción. Lo ha mantenido en los 180 minutos de juego con Osasuna y Mirandés, por encima de las bajas y de los jugadores que aún están por llegar. Quiere un bloque que ocupe los espacios de manera eficaz y disponga de una mayor fluidez que la temporada pasada. Lanzado por los dos carrileros y con tres jugadores de corte netamente ofensivo. La SD Huesca solo ha encajado un gol en este tiempo y debido a un error del meta Álvaro Fernández. Por lo demás, los rivales han encontrado trabas para apurar a la zaga azulgrana que liderarán los dos Pulidos, Rubén y Jorge, y Jérémy Blasco.

El plan del entrenador se desarrolla a medias. El juego ha mejorado, en líneas generales, de un amistoso a otro pero no ha aparecido el acierto. Tampoco se debe obviar que el nivel de los navarros, aun a estas alturas de la preparación, era mucho más exigente que la del cuadro burgalés. La SD Huesca mereció ganar al Mirandés por acumulación. Las ocasiones de Joaquín Muñoz, Enzo Lombardo, los dos Pulidos, Soko, Kanté, Obeng, el penalti marrado por Valentín…

Los postes y el portero rojillo evitaron la primera victoria veraniega, de un equipo que va adquiriendo identidad. Esta semana reserva dos choques de preparación más, el miércoles ante el Teruel en la Base Aragonesa de Fútbol (19.00) y el sábado con el Racing de Santander en la localidad alavesa de La Guardia (19.00), para atrapar victorias y goles.

Rubén Pulido se refirió el sábado tras el amistoso a que “en líneas generales hemos hecho un gran partido tanto ofensiva como defensivamente. Ha sido una pena no haber transformado esas ocasiones, pero su portero ha estado acertado. Iremos mejorando poco a poco", decía. Valoró también la línea defensiva de cinco utilizada por Ziganda en esta pretemporada. "Desde que hemos comenzado hemos usado este sistema. Creo que la gente se siente a gusto, cada vez más. Estamos en línea de mejora”.

Hasta la fecha, Ziganda ha utilizado a 25 futbolistas en los dos amistosos. Solo permanecen inéditos, de entre jugadores del primer equipo, Andrei Ratiu y Cristian Salvador. El lateral rumano dispuso de más tiempo de descanso y no se ha integrado en la dinámica habitual de sus compañeros; además, su venta es una de las operaciones en marcha en este mercado estival. Por su parte, el centrocampista zamorano padece unos problemas físicos que están limitando su normal presencia en la rutina azulgrana. En Tafalla tampoco participaron Carrillo, Escriche, Loureiro y Marc Mateu. Este último, con una oferta del Eldense para abandonar la disciplina de la SD Huesca.

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