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Las buenas relaciones con Osasuna, otra vía por explotar para la SD Huesca
Además del deseado Javi Martínez, destacan otras opciones que han sobresalido en el filial rojillo como Diego Moreno o Barbero.
Las buenas relaciones entre la SD Huesca y Osasuna abren otra vía para el refuerzo de aquellas posiciones de la nueva plantilla que lo demandan. Más allá del deseado Javi Martínez, aparecen opciones que han destacado la pasada temporada en el filial rojillo y tienen encaje en la Segunda División. Siempre, dentro de los parámetros económicos al alcance del club azulgrana, que en lo que va de verano ha confirmado las salidas de Florian Miguel, Sandro Ramírez y Juan Villar y el fichaje en propiedad de Óscar Sielva. Con mucha labor por hacer para la dirección deportiva encabezada por Ángel Martín González -exrojillo de pro: fue jugador, técnico y secretario técnico-, en la comunidad vecina aparecen posibilidades al alcance de la mano.
En un lugar preferente de la lista de deseos sigue apareciendo Javi Martínez. Se considera al centrocampista de Ólvega capaz de sostener buena parte del juego oscense sobre sus espaldas, como hizo el último mes de competición, y su situación en la primera plantilla de Osasuna favorece esta tesitura. La salida más viable para el soriano es la de volver a salir cedido puesto que él mismo quiere un protagonismo muy complicado a las órdenes de Jagoba Arrasate. En Huesca se ha encontrado muy a gusto a todos los niveles, algo que no le había sucedido durante la primera vuelta cuando actuó a préstamo en el Albacete Balompié.
Tan solo aparece un matiz diferente a entonces en el plantel navarro, la lesión de larga duración de otro centrocampista, Darko Brasanac. Se trata de un perfil diferente al de Javi Martínez, y en todo caso genera una vacante hasta que regrese ya bien entrada la temporada que viene que Osasuna, en principio, no va a cubrir con otro fichaje. En el club rojillo se espera que el de Ólvega comience la pretemporada con Arrasate y, a partir de ese momento, se despeje el futuro del futbolista, con contrato en vigor hasta 2026. Otra de las cuestiones a resolver es la de su ficha, de 700.000 euros e inasumible en solitario para la SD Huesca, que todavía no ha renovado a un Pablo Tomeo que gusta al Mirandés y da por perdido a otro pivote, David Timor. En busca de la mejor fórmula, ambos se verán las caras en el amistoso del 18 de julio en Lerín (Navarra).
La dirección deportiva mira asimismo a Osasuna Promesas. La confección del lateral diestro aparece condicionada por dos factores. La salida de Andrei Ratiu hacia otro club mediante un traspaso, por un lado, y el interés en Miguel Loureiro, del Lugo, por el otro. En el primer caso, se mantiene el compás de espera por el internacional rumano, lesionado en el último parón de selecciones y con un año más de contrato en vigor. Su marcha acarreará la inmediata llegada de otro futbolista para su posición, y el problema con Loureiro, la pieza codiciada, reside en que le queda un año de vinculación con los lucenses y estos no escuchan otra fórmula que no sea un traspaso que se cifra en 250.000 euros.
En esta tesitura aparece la opción de Diego Moreno, lateral diestro de Osasuna de 22 años que ha sumado 37 partidos a caballo entre Primera División, Primera RFEF y la Copa del Rey. De una manera análoga a lo que puede darse con Javi Martínez, el conjunto navarro quiere probarle en el escalón de la Segunda División habida cuenta de la competencia que existe en esta posición con Arrasate. En categorías inferiores se había fogueado como extremo, lo que delata su vocación ofensiva, y contó con minutos en el primer equipo en enero por las lesiones de los laterales habituales, Nacho Vidal y Rubén Peña. Su rendimiento fue bueno y completó once apariciones, siete como titular.
A Moreno le queda un año de contrato con Osasuna, mientras que Iván Martínez, Barbero, se queda libre a partir del 30 de junio y es otra pieza apetecida para varios clubes de Segunda División. A diferencia del que ha sido su compañero en el Promesas, no ha tenido demasiada presencia en el primer equipo -apenas 16 minutos- puesto que se lo ha cerrado la fuerte competencia que representaban Budimir, Chimy Ávila y Kike García. Sus números en Primera RFEF, una vez que lo ‘bajaron’ al filial, han sido notables: 13 goles en 35 encuentros. Destaca precisamente por su olfato y su movilidad dentro y fuera del área, virtudes a la búsqueda para el plantel azulgrana, muy mermado en este momento por las salidas de Sandro y Juan Villar o las presumibles marchas de Kanté o Escriche.
