El lento ritmo del verano en lo que respecta a la planificación deportiva para la próxima temporada no se ve afectado por el terremoto institucional que ha causado la salida del hasta ahora presidente de la SD Huesca, Manolo Torres. El club se encuentra inmerso en un periodo de incertidumbre que acecha desde un punto de vista puramente económico a la labor de Ángel Martín González.

De momento, no se esperan movimientos ni en el de sentido de salida ni en el de llegada, con operaciones congeladas a falta de su remate como la rescisión del contrato de David Timor o sin posibilidad de encauzarse como las que afectan a Andrés Fernández o Juan Carlos Real. La toma de decisiones entre el personal no deportivo a raíz de la auditoría externa que se ha llevado a cabo y que apunta a recortes por un valor superior al millón de euros, es capítulo aparte.

El director deportivo se mantiene al frente de un trabajo callado, como sucedió el verano pasado, y con pocos avances desde el final de la temporada hace casi tres semanas. La auditoría externa, con unos resultados que apuntan hacia un claro recorte en puestos y salarios que se debería ejecutar de manera inmediata, y la ausencia de una cabeza visible tras el adiós de Torres a falta de que se defina la identidad del nuevo presidente han marcado el día a día de la SD Huesca durante la primera quincena de junio. Se avecina así una pretemporada larga y sin resultados inmediatos por las limitaciones económicas que fijan un techo salarial menguante.

Con todo, la SD Huesca respira a partir de la cifra de futbolistas con contrato en vigor y que garantizan, como punto de partida, un inicio de pretemporada tranquilo en la vuelta fijada el 4 de julio. Para entonces se contempla un retorno a la calma institucional y la previsión de apreturas en el diseño de la plantilla 2023-24 ya estaba contemplado desde meses atrás. LaLiga no ha comunicado aún de manera oficial cuáles serán los límites salariales, pero los clubes trabajan con una estimación que puede verse incrementada por posibles operaciones de venta o patrocinios.

En lo que atañe al club azulgrana, se quiere evitar en la medida de lo posible el pago de traspasos, por lo que se debe afinar sin prisa pero sin pausa en los casos del delantero Samuel Obeng y el Real Oviedo o el lateral diestro Miguel Loureiro y el Lugo, pendientes además de los hipotéticos traspasos, que aún no se han concretado, de Andrei Ratiu o Dani Escriche. Martín González hizo cuentas y le salieron 19 jugadores con contrato en vigor, a la espera de que se anuncie la renovación del canterano Pablo Tomeo o se concrete el futuro del guardameta Álvaro Fernández.