Tras la victoria con el Villarreal B (1-0), la SD Huesca realizó este domingo un entrenamiento de recuperación antes de guardar descanso dos días. El 1-0 vivido en El Alcoraz propició que la matinal en el Pirámide fuese distendida. No faltaron las sonrisas, los chascarrillos y los comentarios sobre lo vivido el día anterior. A Mateu, autor del gol decisivo en un lanzamiento de falta directa, se le hizo un pasillo. No será hasta el miércoles cuando los azulgranas comiencen a preparar su próximo compromiso, la visita del domingo a las 12.00 al Torremolinos de 2ª RFEF en el debut en la Copa del Rey. La liga para en el caso de los de Ziganda hasta el 19 de noviembre, cuando viajarán a Tenerife, y el tiempo que tienen por delante apunta a ser aprovechado para recuperar fuerzas después de una segunda tanda de tres jornadas en una semana saldada con seis puntos -a los tres últimos hay que sumar los del 1-0 de Las Palmas, mientras que la mácula es el tropiezo en Ponferrada del martes (0-1)- tras la que se mantienen dentro de la mitad alta de la tabla mirando de cerca a los puestos de ‘play off’, pero que ha pasado factura en algunos jugadores a pesar de las rotaciones.

Con el filial de los castellonenses tuvieron que ser sustituidos por lesión Carrillo y Valentín. Además, Sielva no entró en la convocatoria por molestias y por el mismo motivo tampoco estuvo disponible Rubén Pulido. Completaron la lista de ausencias Lombardo y el malagueño Joaquín, que podría regresar para jugar cerca de su casa en la Copa.

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Frente al Villarreal B, Valentín, que en los primeros compases había comprometido a la defensa rival con varias internadas por la derecha, tuvo que entregar el testigo a Soko a los ocho minutos después de llevarse la mano a un muslo y Carrillo dejó su sitio a Escriche tras el cierre de la primera parte por motivos similares. Como manifestó Ziganda, se teme que sufran alguna rotura muscular, un diagnóstico que se afinará entre el lunes y el martes cuando se sometan a pruebas médicas.

Los dos se limitaron este domingo a trabajar en el gimnasio mientras que sí salieron al césped Sielva y Rubén Pulido. El primero realizó bicicleta estática junto a Mateu, al que también se mima, y luego se unió a los que más minutos habían jugado contra el Villarreal B durante una serie de estiramientos. En este grupo, que previamente había hecho carrera continua, estuvo Rubén Pulido. Con el medio, que el martes en Ponferrada había sido cambiado en el descanso por problemas físicos, se apuró el sábado hasta el último momento, pero finalmente se optó por la cautela. El defensa, que ante Las Palmas se quedó sin jugar, ya no había viajado a Ponferrada.

Al margen de lesiones más relevantes como las de Joaquín, que hasta la fecha solo ha podido actuar en la primera jornada, y Escriche, que se mantuvo en el dique seco cinco partidos, y de las persistentes molestias que desde la pretemporada persiguen a Lombardo en el recto anterior del cuádriceps derecho -túnel del que se confía que salga pronto- con varios componentes del vestuario se ha ido teniendo especial cuidado. Mateu causó baja ante el Alavés por molestias en el bíceps femoral y jugadores como Florian Miguel, Soko, Jorge Pulido, Juan Carlos y Juan Villar han seguido en ocasiones planes específicos a lo largo de la semana para dosificar sus esfuerzos que, en algunos casos, después incluso les han permitido ser titulares en el siguiente encuentro.