Contra el Granada, un recién descendido de plantilla lujosa y a domicilio, el 0-0 se dio por bueno. Frente al Racing, conjunto que ha regresado a Segunda División desde 1ª RFEF y que se presentó en El Alcoraz sin delanteros puros, el resultado ha de considerarse corto. Aunque la SD Huesca vio ampliada su racha a cinco partidos consecutivos sin perder, el empate sin goles con los cántabros dejó un sabor agridulce. Es un punto más en el camino hacia no pasar apuros, el primer objetivo del curso y que por el momento, superado el primer cuarto de competición, se está consiguiendo, pero, a tenor de lo ofrecido otras tardes, se pudo haber hecho mejor por mucho que el contrincante, que también juega, se presentase tras haber sacado adelante sus dos últimos compromisos. En un día en el que debían dar un salto adelante en su juego, los de Ziganda se atascaron ante un rival ordenado que les desactivó sus hasta ahora escasos, pero efectivos argumentos ofensivos.

Era un partido que medía a dos bloques sólidos atrás que prefieren ceder la posesión a su oponente y por ello, para que la jornada hubiese salido redonda tras el encuentro de peñas celebrado previamente, era necesario que el Huesca descubriese una versión evolucionada de si mismo, que mostrase que también está capacitado para llevar el peso del juego. No fue así. El balance que deja el primer ciclo del curso de tres partidos en siete días es de cinco puntos sumados de nueve posibles. Antes de las tablas con el Racing, habían llegado el 1-1 con el Lugo, también en casa, y el 0-1 con el Oviedo del miércoles.

La primera parte fue más abierta de lo que es lo habitual en los encuentros del Huesca. Con llegadas en ambas áreas, aunque sin ser excesivamente peligrosas. Los locales superaron unos primeros minutos de más apuros en los que se tuvieron que ajustar las piezas.. En el once había cinco novedades con respecto al duelo del Carlos Tartiere y la pareja del centro de la defensa, formada por Rubén Pulido y Timor aún no había coincidido. Además de éste último, también volvieron a ser titulares Soko -frente a sus excompañeros- Tomeo, Juan Carlos y Kevin Carlos. Una vez que los azulgranas se acomodaron sobre el césped, respondieron al Racing.

El segundo acto resultó más plomizo, por momentos incluso se sufrió por no recibir un zarpazo que, vista la dinámica, hubiese sido definitivo. En esta ocasión, las sustituciones ordenadas por Ziganda no fueron tan efectivas.

Imágenes del partido SD Huesca-Racing

Los fallos iniciales de Rubén Pulido y Timor -luego más entonados- facilitaron las primeras aproximaciones cántabras en las que el catalizador fue Jorge Pombo, pieza clave de los de Guillermo Fernández Romo. El aragonés cedió ya en el minuto dos a Peque, que lanzó fuera. También condujo una contra, que tuvo que desbaratar Kento echando el balón a córner, y asistió a Mboula, que firmó un tiro cruzado. Antes Parera, el meta racinguista, ya había aparecido adelantándose a Kevin Carlos y Soko en un centro de Vilarrasa. El rechace le cayó a Juan Carlos, que no apuntó bien.

Los envíos laterales fueron una de las herramientas que emplearon los de Ziganda para echar atrás a sus contrincantes, que tampoco se vieron importunados por ello. Más bien al contrario. Paso a paso el Huesca se hizo con el control del centro del campo con un Kento que, con Juan Carlos, llevó la batuta. Kevin Carlos lo intentó de cabeza y también probaron fortuna Juan Carlos y Tomeo. Ya en el tramo final, el Racing asomó por las inmediaciones del área de Andrés, pero en sus ataques no lograron ir más allá.

Aunque en último término no se ejecutase bien, que el Huesca se encuentra más cómodo a campo abierto quedó claro en su primera llegada del segundo acto, una contra en la que Juan Carlos pasó a Mateu, que chutó muy mordido, pero en la que se pudo ver el juego veloz de otras ocasiones, el que el Racing le negó.

Los primeros cambios del partido se produjeron antes de alcanzar la hora de juego. Se fueron Soko y Kevin Carlos por Valentín y Carrillo. Ambos entraron pronto en acción para llevar el balón hasta casi la línea de gol, donde Parera tuvo que estar ágil. Fueron, de todos modos, minutos en los que el Huesca estuvo a la defensiva y en los que el Racing llevó la iniciativa; de forma inocua por mucho que incordiase Pombo.

Mateu puso una falta lateral que Rubén Pulido remachó mal. En el otro lado, Andrés tuvo que sacar un centro lateral de Arturo. Sielva sustituyó a Kento, pero no desatascó al Huesca. El Racing creció y se volvió más atrevido. Ziganda probó con nuevas soluciones, además de a Salvador, reclamó a Juan Villar, que no jugaba desde su debut en la segunda jornada. El delantero estuvo activo, pero ni a él ni a Carrillo les llegaron buenos balones.

Cuando se alcanzaba el 90, Arturo tuvo el 0-1 para el Racing. Se añadieron cuatro minutos y en ellos, lo más reseñable fue que Rubén Pulido remató alto tras un córner. El próximo sábado el Huesca visitará a las 18.30 al Mirandés, penúltimo clasificado que antes se medirá a domicilio al Burgos.

Resumen en vídeo del partido

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