La SD Huesca ya sabe lo que es ganar a domicilio. En el que era su quinto desplazamiento de la temporada, los azulgranas, que estrenaron la equipación de la cruz de San Jorge, se impusieron al Oviedo por 0-1 gracias a un gol de Carrillo. Fue un triunfo en el que, como acostumbran, sacaron todo el provecho posible a sus virtudes. Estuvieron sólidos atrás y necesitaron poco para marcar. Fue su sexta portería a cero y la tercera victoria de las cuatro que han logrado en la que les bastó con un gol. Con los nuevos tres puntos, los de Ziganda quedan empatados con el Sporting, que juega el jueves con el Granada y marca el ‘play off’. 

El choque siguió un desarrollo muy similar al del empate a uno anterior con el Lugo en El Alcoraz. La diferencia fue que no se sufrió ninguna expulsión como la de Florian Miguel que complicase la situación. El primer acto resultó duro de ver, mientras que el buen arranque del segundo sirvió para marcar, dar tranquilidad y controlar la situación. Es un guion que ni mucho menos es novedoso y que por ahora está dando réditos. 

Ziganda, que se medía a su anterior equipo, a la vista de que el cruce con los gallegos aún estaba reciente y de que el próximo sábado hay que recibir al Racing (18.30), rotó cuatro jugadores. Estrenaron titularidad Vilarrasa, en el lugar de Miguel -sancionado con dos partidos- Salvador y Manu Rico, la gran sorpresa; el canterano se mantenía inédito este curso. Además regresó Kento. Una vez más se demostró que, por encima de los nombres, la fortaleza de este Huesca es su bloque. Si algo prima es el trabajo y, por más allá de lo acertado que se esté con el balón en los pies o en momentos puntuales, ningún jugador lo escatima.

Los visitantes prácticamente no generaron en la primera parte. Le costó elaborar y cuando se acercaron a la otra portería carecieron de mordiente. Carrillo y Manu Rico intentaron entrar en juego al inicio, pero no fueron constantes y ante la falta de presencia por la zona central, la manera de ganar metros fue por las bandas con Valentín como principal estilete. 

Tampoco es que el Oviedo, conjunto que no gana desde la tercera jornada, hiciese sufrir demasiado. Provocó alguna inquietud, pero solo una vez tuvo que lucirse Andrés. Obeng insistió por la izquierda encarando a Ratiu, y también dentro del área causó algún problema.

Sin auténticas ocasiones que anotar para los oscenses, tras un inicio titubeante, no fue hasta la media hora de juego cuando se comenzaron a aposentar y a coger, aunque fuese tímidamente, la batuta. Antes, nada más empezar, ya habían presenciado de cerca un remache de Luengo, que se fue cerca del palo izquierdo, un tiro de Obeng desviado en un pase filtrado y, especialmente, el lanzamiento de Hugo Rama desde la esquina del área en el que Andrés se tuvo que estirar para salvar y forzar un córner en el que Obeng, otra vez, cabeceó alto. Todas las acciones fueron a balón parado.

Después, hubo que esperar ya al desenlace del periodo para tener algo de emoción. Pomares, de cara, tiró alto y en el tiempo de prolongación el VAR revisó una posible mano de Rubén Pulido que se desestimó.

La segunda mitad se puso en marcha con aires renovados. Manu Rico se quedó en el vestuario y en su lugar salió Juan Carlos. A Carrillo al fin se le pitó una falta a favor y Kento pudo probar con un lanzamiento que fue a las manos de Tomeu Nadal. Fue un primer aviso.

El choque se volvió de ida y vuelta. Aunque los carbayones tuvieron un córner y un lanzamiento de Obeng, fue el Huesca el que se adelantó. Valentín se hizo con el balón en la banda y abrió el hueco para sacar un pase raso al que no llegó Juan Carlos, pero sí Carrillo, que coló el esférico entre las piernas del cancerbero.

El Oviedo quiso reaccionar con un tiro cruzado de Borja Bastón, recién ingresado en el campo. Y llegada la hora de juego Ziganda, ordenó dos cambios. Se fueron Carrillo y Salvador, y entraron Kanté y Tomeo. 

Jorge Pulido estuvo apunto de marcar el segundo tanto en una falta botada por Mateu que el capitán cabeceó al larguero. Los asturianos no habían dicho su última palabra y Obeng marró un testarazó y Mier lo intentó de lejos. 

El choque entró en el tramo final con las novedades de Timor y Soko por Kento y Valentín. Hubo un conato de rebelión de los locales, pero se sofocó y la victoria voló con el equipo de regreso a Huesca. Ya son cuatro partidos seguidos sin perder en los que se han capturado ocho puntos.

Ficha técnica

Real Oviedo: Tomeu Nadal, Lucas, Rodri, Luengo, Pomares, Viti (Javi Mier, 46), Luismi, Montoro (Abel Bretones, 60), Hugo Rama (Flores, 60), Obeng y Sergi Enrich (Borja Bastón, 60).

SD Huesca: Andrés, Ratiu, Jorge Pulido, Rubén Pulido, Vilarrasa, Valentín (Soko, 77), Kento (Timor, 77), Salvador (Tomeo, 64), Mateu, Manu Rico (Juan Carlos, 46) y Carrillo (Kanté, 64).

Goles: 0-1, min. 55: Carrillo.

Árbitro: Guzmán Mansilla (Comité Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a los locales Luismi (39), Montoro (46) y a los visitantes Kento (26), Manu Rico (29), Valentín (64)

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 10 de Segunda División disputado en el Carlos Tartiere. El Huesca, que viajó en el día hasta Oviedo en avión acompañado por 96 aficionados, vistió por primera vez esta temporada su segunda equipación, la de la cruz de San Jorge.