La SD Huesca va a terminar de perfilar su delantera con José Ángel Carrillo, punta de 28 años que despuntó la pasada temporada en las filas del Club Deportivo Lugo, en el que logró nueve tantos, y que se encontraba sin equipo. Se trata de un fichaje con un doble cometido: cerrar una línea que ya contaba con Dani Escriche, Juan Villar, Abou Kanté y Kevin Carlos; y suturar la herida abierta que dejará Sandro Ramírez. En la teoría, el canario iba a ser el futbolista que marcase diferencias en ataque pero se marcha a la UD Las Palmas. Las partes esperan cerrar en las próximas horas las condiciones del acuerdo con el que vuelve a casa. La vía en que se trabaja es una cesión con compra obligatoria.

El pasado se llama Sandro -su actitud esta pretemporada como una manera de presionar al club ha generado un hondo malestar- y el presente y futuro, Carrillo. Nacido en Murcia en 1994 y formado en las categorías inferiores del conjunto grana, aterriza en El Alcoraz después de haber completado su mejor campaña en el fútbol profesional. Fue el jugador más destacado con los lucenses, donde ha actuado los tres últimos cursos, y se reencontrará con Gerard Valentín. Curiosamente, con el catalán en el equipo marcó siete de sus nueve goles. El cartel que se ha ganado le hizo optar por no seguir en el Lugo a la espera de una oferta de mayor calado.

Con el Murcia debutó en la categoría de plata hace una década y después se incorporó al Sevilla Atlético para formar parte del filial hispalense durante tres campañas. De ahí firmó por un Cádiz de Segunda División en el que nunca fue protagonista y después recalaría en el Córdoba, siempre en esta misma liga. Sin terminar de asentarse tampoco en la ciudad de la Mezquita, hizo las maletas con rumbo a Israel y jugó de manera fugaz en el ejercicio 2019-20 en el Hapoel Be’er Sheva, pues se desvinculó en septiembre. A prueba con el Lugo, convenció a sus técnicos y firmó el primero de sus tres años en el Anxo Carro, en los que ha marcado cuatro, dos y nueve goles, respectivamente.

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Se trata de un futbolista de envergadura, que mide 1,91 metros y, por tanto, lleva impreso el carácter de rematador en el ADN. Puede recibir balones en banda y de espaldas a la portería, y luce mejor acompañado de un segundo punta. Papel que bien pueden encarnar Escriche o Juan Villar. Además, tiene la nacionalidad filipina debido a que este era el origen de un bisabuelo, aunque no ha llegado a debutar en partido oficial con la selección asiática. Con el fichaje del murciano, la dirección deportiva centra los esfuerzos en rubricar las salidas de Sandro rumbo a Las Palmas y Álvaro Fernández a la Real Sociedad y reforzar el centro de la defensa antes de que expire el plazo en la medianoche del 1 de septiembre.