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Cuco Ziganda da forma a su SD Huesca
El técnico azulgrana, enérgico y dialogante con los jugadores, está apostando por un 4-4-2 en el que tiene mucha importancia el juego por los extremos.
De manera paulatina, entrenamiento a entrenamiento, lo táctico ha ido ganándole espacio a lo físico y con ello, a un mes del inicio de la liga, cada vez se está pudiendo vislumbrar más la SD Huesca que persigue armar Cuco Ziganda de cara a la próxima temporada y también su forma de conducirla. Desde que tomó las riendas del equipo la semana pasada, el técnico ha dirigido once sesiones de trabajo en las que se ha mostrado enérgico, dialogante, didáctico, dispuesto a señalar al futbolista que no está atento, pero también después capaz de regalarle una carantoña o unas palabras de ánimo. Ha sido jugador, su trayectoria en los banquillos es amplia y se nota.
Sus mensajes son directos. Dos de las primeras peticiones que realizó a sus hombres sobre el césped de Los Escuadros en la concentración de Benasque que el miércoles concluye fueron “compromiso y dedicación”. Lo dijo la primera vez que pudo reunir a los 24 hombres que maneja después de que Joaquín, Timor y Miguel se incorporasen más tarde por problemas médicos a la par que el último fichaje hasta ahora, Jérémy Blasco. En ella, puso sobre el tapete lo que espera de ellos. La intensidad es clave en todos los órdenes.
Sus charlas con los jugadores son constantes. Se le ha podido ver hablando y manteniendo reuniones con prácticamente todos. Con el capitán Pulido, con Mateu, con Escriche, con Álvaro, con Andrés, con Timor... A Sandro, uno de los nombres propios por el buen rendimiento que está dando una vez superadas sus molestias físicas y por la incógnita que representa su deseada continuidad, le dedica buenas palabras y gestos.
Entrando en lo futbolístico, el dibujo táctico por el que ha optado es el habitual dentro de su libro de estilo, el 4-4-2. Primero trabajó aspectos ofensivos y en las últimas sesiones también ha incluido los defensivos. En el único entrenamiento de este martes, por ejemplo, hizo un aparte con los zagueros para trabajar los rechaces de cabeza por alto.
Por el momento, quizá exprimiendo los recursos con los que cuenta, quiere que el juego circule por las bandas, con los laterales ocupando posiciones más interiores para dejar que sean los extremos los que se abran. Éstos como primera referencia para soltar el balón, que debe moverse de forma directa y con pocos toques, han de buscar a los puntas.
A los mediocentros les pide intensidad y en caso de que se pierda la posesión no quiere ver a nadie parado. Los defensas deben estar juntos. “No pasa ni el aire”, les ha llegado a indicar de forma gráfica. Da mucha importancia a la basculación y en el repliegue, como primera medida de contención, a los dos delanteros se debe sumar uno de los dos extremos con el fin de acorralar al rival en la banda
Jugadores cuyo lugar en el campo podría ser dudoso los está empleando siempre de la misma forma; circunstancia que habrá que ver si es definitiva o pasajera a la espera de que la plantilla termine de configurarse con las al menos cinco llegadas que se esperan y las posibles salidas que puedan producirse. Gerard Valentín, lejos de ser extremo, está actuando como lateral derecho y Juan Carlos está siendo delantero. Miguel, que puede desempeñarse como central, solo se le está viendo por el carril izquierdo.
A falta aún de un primer partidillo a campo completo, se ha decantado por distribuir el equipo en dos onces diferenciados alternando los tres porteros. Por un lado están Valentín, Anglada, Pulido, Miguel; Soko, Timor, Tomeo, Lombardo; Juan Carlos y Sandro, y por el otro, Ratiu, Blasco, Monzó, Vilarrasa; Joaquín, David García, Salvador, Mateu; Manu Rico y Escriche.
