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Un ascenso que vale por tres en los juveniles de la SD Huesca
La victoria de los azulgranas sobre el Balsas Picarral del sábado les devolvió a División de Honor e impulso hacia una categoría más al juvenil B y al C.
Diego Ibáñez filtró el balón a Alberto Gracia y éste no perdonó ante Daniel Blanco en lo que, ya en el tiempo de añadido, supuso el definitivo 1-0 de la SD Huesca ante el Balsas Picarral, un resultado que confirmó el regreso del juvenil A de los azulgranas a División de Honor, la máxima categoría, y que tiene valor triple. De lo que ocurriese en el campo 1 de San Jorge en la tarde del sábado estaban también muy atentos los juveniles de los equipos B y C, que hacía tiempo que habían dejado sus deberes hechos y que también suben una categoría gracias al éxito del bloque dirigido por Víctor Izuel, un logro que en la entidad se observa muy relevante por el empaque que le da a sus categorías base y de cara a un curso en el que debería ponerse en marcha el proyecto de la Base Aragonesa de fútbol, la futura ciudad deportiva del club.
La campaña de los de Izuel está siendo prácticamente perfecta. A falta de cuatro jornadas para el final ya han cerrado el ascenso y ahora les queda por delante una recta final en la que deberán pelear codo con codo con el Real Zaragoza para asegurar la primera plaza que ahora ostentan con dos puntos de ventaja sobre los blanquillos, a los que visitarán el próximo sábado.
Por el momento, no conocen la derrota con una marca de 86 puntos en 34 jornadas que se desgranan en 26 victorias y ocho empates con 75 goles a favor y 19 en contra. Su principal artillero con quince dianas es Ibáñez, el asistente ante el Balsas, el cuarto clasificado. Con el Real Zaragoza sin poder ascender al ya estar su primer equipo en División de Honor, el principal rival del Huesca era otro conjunto oscense, el IPC La Escuela, tercero, al que aventajaba en trece puntos al inicio del fin de semana y que se lo ha puesto difícil hasta el final. Su triunfo previo con el Teruel (1-3) obligaba a que para realizar ya las celebraciones fuese necesario un triunfo.
El conjunto que ha dirigido Izuel, llegado desde el Actur Pablo Iglesias, ha sido una mezcla entre el bloque que en el anterior ejercicio había logrado la permanencia sobre el césped, pero al que perjudicó el descenso del A y la llegada de refuerzos. Una decena de caras nuevas que hacía que partiese ya entre los principales favoritos.
El objetivo del ascenso no era tan claro en cambio en el juvenil B. En manos de Javi López quedó un grupo conformado mayoritariamente por jugadores de primer año. Su primera victoria en la Juvenil Preferente no se produjo hasta su tercer encuentro. Debutó con un empate ante La Litera y a continuación cayó con el Peñas Oscenses (2-3). Salvo tres tablas todo lo demás después fueron victorias en una clara trayectoria ascendente. El 3-4 con el Monzón con cuatro jornadas aún por delante fue clave, pero nada quedó resuelto hasta el final. Azulgranas y montisonenses quedaron igualados en la tabla a 49 puntos, por lo que hubo que recurrir a la diferencia de goles.
Más rotundo fue el primer puesto del C de Joaquín Ponsa en Primera Juvenil. En veinte jornadas, 19 victorias y un empate, 92 goles a favor y solo diez en contra para sacarle trece puntos de ventaja al segundo, como en el caso del B, el Monzón, con marcadores como un 15-0 al Mequinenza.
