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Los arietes de la SD Huesca ni marcan ni rematan
El último gol de un delantero azulgrana fue el de Poveda en el 3-3 con el Oviedo de hace doce jornadas. Desde entonces, entre él, Escriche y Gaich suman siete tiros a puerta.
En la jornada anterior la SD Huesca había goleado al Mirandés (4-0) y en la posterior superaría al Lugo justo al final con un 1-0. El último gol de un delantero azulgrana se produjo en el 3-3 con el Oviedo, lo firmó Poveda y sirvió para iniciar la remontada tras una primera media hora en la que se había sufrido un 3-0. Por entonces, los de Xisco estaban más que vivos y parecían acelerar el paso hacia el ‘play off’. Doce partidos después, a lo más que pueden aspirar en la tabla es a ser novenos. Durante ese poco menos de un tercio de competición se han vivido distintas emociones y situaciones, pero hay algo que no ha variado, los puntas no han conseguido batir a los porteros, una lacra arrastrada durante todo el curso, que ha condicionado mucho el rendimiento del grupo y que explica el escaso provecho que han generado las 17 porterías a cero.
Ya en la primera vuelta, de hecho, se atravesó por una sequía similar. Entonces entre el doblete frente a la Real Sociedad B (0-2) de Pitta -ahora cedido en el Juventude brasileño- y la diana de Gaich, su primera y única con el Huesca hasta el momento, en el triunfo por 3-2 con el Valladolid transcurrieron once encuentros.
El tanto en el Tartiere de Poveda, a pase de Mateu, había venido precedido en la visita del Mirandés por un gol de Escriche y otro del propio jugador cedido por el Getafe con el que había abierto su cuenta como azulgrana. Sin embargo, después, ni ellos dos ni Gaich han visto puerta. Ha dado igual quién jugase, quién fuese titular o el esquema por el que se apostase. Casi no han tenido ocasiones y las pocas de las que han disfrutado no las han aprovechado. Entre los tres, en este tiempo suman 37 tiros de los que solo siete han ido entre los tres palos. El global del equipo es de 130 y 44 en cada apartado.
Gaich, el que menos ha jugado, 105 minutos, ha percutido cinco veces, ninguna con opciones reales de acabar en la red. Poveda, en 582 minutos, ha realizado doce disparos, cuatro a puerta, y las cifras de Escriche en 689 minutos son de veinte y tres.
Como dato que agudiza la sequía, se puede señalar que cuatro de los siete disparos bien dirigidos fueron ante el Lugo, dos de Escriche y dos de Poveda. Es decir, que en los once compromisos posteriores solo han apuntado relativamente bien tres veces.
Mientras se mantuvo el dibujo táctico con tres centrales, Poveda y Escriche gozaron de la titularidad. Después, al adoptarse el 4-2-3-1, quien mantuvo esa condición fue el primero hasta que Escriche le adelantó en las preferencias de Xisco a raíz de las dos asistencias que dio ante el Málaga (0-2). El rendimiento de Poveda, llegado en el mercado de invierno para solucionar las carencias con el gol, de hecho, ha ido a menos. Se quedó sin jugar el sábado en el 1-1 con el Sporting y también en Tenerife. La última vez que realizó un disparo fue en el triunfo con el Fuenlabrada (2-3), del que han pasado ya cuatro careos.
En las últimas doce jornadas, el Huesca ha acumulado cuatro victorias, tres derrotas y cinco empates habiendo marcado doce dianas y quedándose sin conseguirlo en tres ocasiones. Seoane, principal artillero del equipo con trece tantos, ha aportado en este periodo tres; Joaquín y Miquel, dos; y Mateu, Valentín y Florian Miguel, uno cada uno. El balón parado, como ocurrió ante el Sporting sin ir más lejos, se ha convertido en un recurso ofensivo recurrente.
El club es muy consciente de la situación y por eso de cara al próximo curso se ha fijado como objetivo prioritario sumar dos delanteros con experiencia en la categoría que compartan la posición con Escriche e incluso con el ariete del filial Carlos Kevin, autor de 16 goles en 2ª RFEF.
