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La SD Huesca se pierde en las dos porterías
Los azulgranas han acusado la efectividad de Real Oviedo y Las Palmas en las dos primeras derrotas y el cambio de dibujo les ha hecho perder fluidez.
La primera versión de la SD Huesca completa, tras el cierre del mercado de fichajes y sin más novedades en el horizonte hasta enero, se mostró todavía en vías de construcción. La derrota del lunes ante el Real Oviedo en El Alcoraz (1-2) expresó problemas en las dos áreas y la necesidad de que Nacho Ambriz siga acoplando las piezas. El equipo azulgrana ha detenido el paso. Tras los dos triunfos ante Eibar y Cartagena han llegado los tropiezos en Las Palmas (2-1) y frente a los asturianos. Dos rivales que han hecho daño con poco; en estas últimas citas, el cuadro aragonés ha recibido siete disparos entre los palos y cuatro de ellos han sido goles.
Un dato que contrasta con el del inicio del curso. En aquellas dos jornadas Andrés Fernández mantuvo la portería a cero ante los cinco lanzamientos del Eibar y los tres del Cartagena. Los problemas atrás no encuentran todavía las soluciones que puede aportar el recién llegado Ignasi Miquel, que se quedó en el banquillo. Cristian Salvador volvió a acompañar a Pulido en el eje de la zaga y fue superado en los dos tantos visitantes. El zamorano, cuya posición natural es el pivote, ha ido de más a menos y sus limitaciones para el puesto salieron a relucir en las acciones comprometidas.
El Oviedo mostró una efectividad inapelable. Los goles de Borja Bastón de cabeza y de Obeng fueron los únicos tiros del equipo del Cuco Ziganda que fueron a puerta. Más allá de los números, el Huesca se descosió a partir del cambio de dibujo de Ambriz. Dio entrada en el once al delantero argentino Adolfo Gaich con Escriche como segundo punta y se perdió eficacia en el centro del campo. Del trivote se pasó al doble pivote con Mikel Rico y Seoane para perjuicio de la fluidez del equipo con el balón.
Los últimos en llegar, Gaich e Ignasi Miquel, representaron papeles opuestos: el punta, por jugar de inicio y el central, por no estrenarse todavía con la camiseta azulgrana. El argentino, previa charla con Nacho Ambriz, vivió su puesta de corto con la evidencia de que todavía ha de conectarse a sus nuevos compañeros y poco protagonismo en el juego ofensivo. Su concreción y la del delantero paraguayo Isidro Pitta representan una llamada a la esperanza que demanda tiempo. Los dos pueden estar disponibles el lunes en Lugo (21.00, Gol) al tiempo que el recién renovado Dani Escriche se reivindica con su trabajo y el tanto al Oviedo.
El de Burriana ha jugado los cuatro encuentros completos y el Huesca necesita a sus tres arietes en plenitud de condiciones. Otra de las medidas tomadas por Ambriz, la de adelantar a Marc Mateu, se mueve en la dirección de surtir de balones a quienes asumen la responsabilidad del gol. Lo mismo cabe aplicar a Ferreiro, Enzo Lombardo o Joaquín Muñoz. De entrada, el equipo perdió la soltura de las dos primeras jornadas a partir de este planteamiento. Recuperó la alegría en parte con los ingresos de Juan Carlos Real y Kelechi Nwakali para secundar a Seoane. La mejoría se echó a perder, el Huesca sucumbió a la presión ovetense y a un nuevo desliz defensivo para echar la reacción por tierra. La expulsión final de Pulido abre la puerta a Miquel en Lugo, acompañado por Salvador o bien por Florian Miguel.
En busca de la madurez, el conjunto oscense se agarra a la mejoría de los jugadores que han de marcar diferencias y a las apariciones de Pitta, Miquel y, más adelante, Pablo Insua. A afilar las virtudes y tapar las carencias de un plantel de 21 jugadores, 20 sin Insua, al que Ambriz trata de extraer el máximo rendimiento en unas fechas todavía tempranas. Lugo, Fuenlabrada y Real Sociedad B son los siguientes rivales en la hoja de ruta.