Este miércoles al mediodía, Míchel Sánchez pondrá el pie en la sala de prensa de El Alcoraz y comenzará el futuro en la Sociedad Deportiva Huesca. La presentación del nuevo técnico azulgrana impone un punto de partida. También un punto y aparte respecto a la otra actualidad del club, la judicial con la operación Oikos. Un soplo de aire fresco y un arranque simbólico de la próxima temporada. El primer punto álgido de un verano que se presenta largo y repleto de operaciones, una primera llamada a la esperanza para una afición necesitada de buenas noticias.

El madrileño se sentará en la misma silla en la que Francisco Rodríguez anunció que no seguiría en el banquillo del Huesca. La operación Oikos ha retrasado unos días la llegada de Míchel a la capital oscense, con quien ya existía un acuerdo previo que se anunció el pasado sábado. El que fuese preparador del Rayo Vallecano asume el reto de conducir a la plantilla en su vuelta a la categoría de plata con el ánimo de, al menos, navegar entre los principales del campeonato y la aspiración de regresar a Primera División. Firma por una temporada con opción a otra en caso de ascenso.

Míchel y el nuevo director deportivo, Rubén García, ya acumulan varios días de trabajo conjunto para dar forma al plantel para el ejercicio 2019-20. De momento, los avances son poco significativos respecto a lo que ya se sabía, con casi tres meses por delante para darle el carácter de definitivos. El cierre de la Segunda División este fin de semana también contribuirá a que se aceleren los plazos a falta de que se desarrolle la fase de ascenso.

De entre los jugadores con contrato en vigor hay casos particulares. Sobre todo el de Gonzalo Melero, por quien el Villarreal ha de ejercer la opción preferencia de compra que supondrá para las arcas del Huesca un total de 5 millones de euros. De no ser así, el centrocampista madrileño gusta a otros clubes de la máxima categoría. También goza de cartel en Primera Enric Gallego, y Luisinho apunta a la puerta de salida en virtud de la cláusula de desenganche por el descenso y su elevada ficha. Jovanovic, con posibilidades en el fútbol nórdico, tampoco tiene segura su continuidad en el nuevo Huesca, donde sí se espera al núcleo duro que componen Pulido, Javi Galán, Ferreiro y Gallar, aunque este último también dispone de ofertas de Segunda.

La dirección deportiva se centra en las renovaciones y continuidades de aquellos futbolistas cedidos con los que se pretende seguir contando. Al primer grupo pertenecen Roberto Santamaría y Carlos Akapo. El primero, que se ha labrado la posibilidad de seguir en Primera, es la prioridad bajo palos. Y con el lateral se quiere lanzar asimismo un guiño debido a los problemas físicos que han empañado su curso. Se le considera como un defensa muy valioso en la categoría.

De entre aquellos que han actuado a préstamo durante la pasada temporada, los nombres obvios y deseados de Herrera (Manchester City), Moi Gómez (Sporting de Gijón), Rivera (UD Las Palmas) o Insua (Schalke 04) encuentran la resistencia económica de un Huesca que no está dispuesto a realizar grandes desembolsos y que, en todo caso, manejará sus cuentas de modo realista y adaptado a la Segunda División.

Respecto a los cedidos en otros equipos se aguarda sobre todo a Eugeni (Albacete) y Dani Escriche (Lugo), si bien el primero en función del posible ascenso manchego y el segundo de posibilidades en otros conjuntos. Mikel Rico, que puede convertirse en el primer fichaje que se oficialice en los próximos días, y el central Babin, que queda libre en el Sporting de Gijón, son algunos de los primeros nombres que se han vinculado con el nuevo proyecto que tendrá en Míchel su capitán general.