Hacer del Bernabéu una victoria. Al menos, ese es el afán de la Sociedad Deportiva Huesca. Quedarse con lo bueno de una derrota. Aprender de los errores y explotar las cualidades que pusieron contra las cuerdas al Real Madrid de Zinedine Zidane. Tampoco hay margen para mucho más, pues este miércoles tiene lugar “la madre de todas las finales”, como la ha definido Juanpi Añor tras el entrenamiento de este lunes. Los azulgranas han cambiado en pocas horas los fastos del partido en Chamartín por la vuelta a la tierra en el Instituto Montearagón. Ya solo cabe pensar en el Celta de Vigo en El Alcoraz (20.30).

Un rival directo por la permanencia sucederá a un Real Madrid de talla menor que, sin embargo, doblegó a los de Francisco Rodríguez en una cita que ya será inolvidable para los más de 2.000 aficionados que acompañaron a los suyos en las gradas del Bernabéu. Los adjetivos como “histórico” o “festivo” del partido del pasado domingo, que volvió a situar la capital oscense en el mapa del fútbol mundial, dieron paso al escozor por el 3-2 delineado en los últimos compases por el tanto de Benzema. Cundió entre los técnicos y futbolistas en los pasillos del coliseo blanco. También, un mensaje de esperanza que con el paso de las horas ha ido cobrando cuerpo.

La expedición ha regresado de Madrid este lunes a mediodía y se ha entrenado esa misma tarde en una suave sesión para los titulares, que se han ejercitado durante apenas 25 minutos, y con ejercicios físicos y con balón para los suplentes y no convocados. Entre ellos Melero y Ferreiro, que aspiran a ingresar en la convocatoria este miércoles. No han estado con sus compañeros ni Miramón ni Akapo, y solo el zaragozano tiene opciones de llegar a tiempo. El técnico Francisco Rodríguez introdujo variaciones sobre su idea habitual que podría retomar contra el Celta.

El buen rendimiento de Cucho Hernández y Chimy Ávila en la punta de ataque, con la suplencia de Enric Gallego, y de Yangel Herrera en el lateral derecho aseguran alternativas para las últimas nueve jornadas del campeonato. Solo el esquema es inamovible. No los nombres. El Huesca completó una buena actuación en el Santiago Bernabéu. Se sobrepuso al mal partido de dos semanas atrás con el Alavés y notó los efectos beneficiosos del parón para reordenar cabezas y poner a punto a varios jugadores en el plano físico.

No tuvo protagonismo en Madrid, pues solo disputó los últimos 12 minutos, pero Juanpi ha trasladado el sentir del plantel, que se prepara para un tramo final de campeonato en el que el margen de error es mínimo. Los oscenses se marcharon del Bernabéu “algo tristes porque merecimos sacar algo. Nos enfrentábamos a uno de los mejores equipos del mundo, que por los detalles te gana un encuentro”.

El Huesca salió “a ganar” y traslada un mensaje “optimista”. Por cómo fue el partido y cómo plantaron cara a los blancos. “Quedan nueve finales y lo bonito es que todos creemos. Es a vida o muerte y se verá un buen partido. Estamos mentalizados y es un contrincante al que se puede ganar”, ha asegurado el mediapunta venezolano. El cuerpo técnico que encabeza Francisco ha lanzado ya a los jugadores un mensaje “positivo” y “de seguir creyendo en nosotros mismos y de que hacemos las cosas bien. No están saliendo los resultados y esperamos sacar un buen resultado”.

Juanpi aboga por “olvidar el Bernabéu” y “no perder el tiempo en lo que hicimos mal o lo que faltó”. Con tan poco margen para el descanso, “estamos mentalizados en los partidos que vienen y no pensamos en otras cosas. El Celta nos visita ahora tras una muy buena remontada al Villarreal y llegará anímicamente muy arriba”.