Llega la Copa del Rey. Tal vez un invitado incómodo para la Sociedad Deportiva Huesca mientras se van apagando los ecos del empate con el Levante y se busca la manera de sobrevivir a la Liga, el plato que alimenta de verdad a los azulgranas. Pero hay partido en San Mamés, ante el no hasta hace tanto tiempo equipo más laureado de la competición, y el Athletic es otro de los equipos en puestos de descenso. Así que los dos rivales buscarán este miércoles (20.45) un impulso anímico y, a la vez, dañarse mutuamente.

Volverá a ser una cita especial para Xabi Etxeita, un jugador que con el paso de las jornadas se ha convertido en elemental para los oscenses. El central no solo es el capitán y el segundo goleador de la plantilla con dos tantos; también una figura aglutinadora en un vestuario necesitado de líderes. Una pieza, asimismo, que lleva impresa en el ADN la Copa del Rey. Cualquier jugador que haya pasado por Lezama mira con ojos golosos el trofeo, pero es que además Etxeita jugó la final de 2015, en la que los vascos perdieron ante el Barcelona en el Camp Nou (1-3).

El zaguero cedido por el club vizcaíno ya regresó a casa en la segunda jornada, cuando el Huesca empató gracias a los tantos de Miramón y Chimy. Han pasado tres meses desde aquella cita y el presente es muy distinto. Los azulgranas pelean con el Athletic, entre otros, por esquivar el descenso y solo les separan tres puntos. Los hombres de Francisco Rodríguez siguen asimilando los factores que rodearon al empate y tratan de “cambiar el chip lo antes posible”, como ha indicado Etxeita tras el entrenamiento de esta mañana.

El vestuario sigue “dolido” después de que se le escapara el triunfo y sabe, a la vez, que la rueda no para de girar. Antes del choque del sábado en Vigo (13.00), San Mamés puede esconder la palanca de la reacción y esa victoria tan ansiada. El capitán ha zanjado el 2-2 del Levante analizando un partido “muy bueno” con “90 minutos no redondos pero con muchísimas ocasiones para marcar. La dinámica de juego de los últimos partidos es para estar contentos a pesar de no haber logrado la victoria”.

En su vuelta al trabajo este lunes, los jugadores han hablado de esos 32 tiros a puerta y de la poca efectividad que va ligada a la estadística. “Tenemos que seguir, esto no para y hay partidos muy importantes. Esa es la línea y la victoria está cada vez más cerca. Hay que seguir trabajando igual. El objetivo el miércoles es hacer el mejor partido posible y adquirir moral. Que consigamos una victoria para impulsarnos hacia la cita de Balaídos”, ha sintetizado.

También se quiere dejar ya atrás la polémica arbitral, a la que Etxeita ha restado intensidad acaso porque el debate no sirve de nada: “El domingo tuvimos un día de reflexión y hemos pasado página ya. Son cosas que ocurren en el fútbol y hay que mirar adelante. Nos fuimos muy disgustados pero esto no para. Queda muchísimo y se debe trabajar para sumar el mayor número posible de puntos”.

En este contexto se asume la Copa como una “competición diferente, con otros objetivos e ideas. Para el Athletic es muy importante a pesar de que en su situación puedan dar más valor a la Liga. Una victoria nos puede venir bien para lo que queda y será el objetivo, coger aire y moral”. La plantilla azulgrana se define como “profesional” y no quiere convertir este torneo en un molesto pie de página de la temporada en Primera. “Hay que dar la misma importancia a todos los compromisos, o al menos ser capaces de asimilar el poco tiempo que tenemos para preparar lo mejor posible la cita de Balaídos”, añade Etxeita.

El zaguero regresó al once titular después de dos semanas fuera de la dinámica del equipo aquejado de problemas en los aductores y trata de recuperar su mejor tono. Al menos, sigue mostrando un rendimiento imponente en el juego aéreo. En su regreso a casa, “siempre especial”, volverá a ser presa de “sentimientos encontrados”; con todo, tratará de “hacer el trabajo lo mejor posible y ser profesional” si Francisco le da la titularidad. Otra opción es que el preparador azulgrana dé minutos y oportunidades a los menos habituales en la Liga y a quienes no jugaron de inicio frente al Levante.