Defensa nueva, ataque clásico
Los fichajes azulgranas son más relevantes en tareas de contención, mientras que el capítulo ofensivo cuenta con los mismos protagonistas del curso pasado
Mientras persigue el equilibrio, la Sociedad Deportiva Huesca de Leo Franco presenta una mayoría de futbolistas decisivos que ya pertenecían al bloque que logró el ascenso a Primera División con Rubi en el banquillo. Sobre todo, concentrados en labores de creación y fútbol ofensivo, mientras que la parcela defensiva es responsabilidad en mayor medida de los nuevos. Se cumple de este modo la previsión de la dirección deportiva, que puso el acento en reforzar la zaga y confió en los jugadores del curso pasado para asumir la responsabilidad del gol.
En la alineación del pasado domingo para medirse al Girona aparecían siete futbolistas veteranos: Pulido, Akapo, Aguilera, Melero, Chimy, Gallar y Cucho. Además, en la segunda mitad resultó decisivo el concurso de Moi Gómez y Ferreiro. Es decir, que nueve de los 13 futbolistas que permanecen del ejercicio 2017-18 tuvieron un peso más o menos relevante en el empate.
De los diez fichajes del pasado verano, Leo Franco empleó a la mitad: Jovanovic, Miramón, Semedo y Musto de inicio más Etxeita cuando suplió al lesionado Akapo a los 21 minutos. Todos ellos, de evidente corte defensivo. Está siendo el panorama habitual en lo que va de campeonato pese a los cambios de dibujo del entrenador azulgrana. En la primera jornada, el Huesca se impuso en Ipurua con un once en el que las incorporaciones fueron mayoría, seis (Werner, Miramón, Etxeita, Luisinho, Musto y Longo) por los cinco viejos conocidos (Pulido, Melero, Moi Gómez, Cucho y Gallar).
Las tornas han cambiado en estas semanas por varias circunstancias. La irrupción de Juan Aguilera en el pivote defensivo a partir de la segunda parte en el Wanda Metropolitano se antoja duradera a raíz, asimismo, de su buen rendimiento el pasado domingo. Y la grave lesión de Luisinho abre las puertas de la titularidad a Akapo, toda vez que Brezancic ni siquira accedió a la convocatoria de 18 jugadores para recibir al Girona. El papel de Moi Gómez y de Ferreiro, en quienes Leo Franco tiene depositada una fe enorme, trascienden su posición de suplentes y eso les puede dar paso al once en las próximas citas, como ya había sucedido en compromisos anteriores.
El zaragozano Jorge Miramón dejó de ser el pasado domingo el único integrante de la zaga que había disputado todos los minutos al ser sustituido por Ferreiro en el 54. En cualquier caso, su concurso es fundamental. Como el de Semedo, que desde que irrumpió como titular contra el Rayo en la cuarta jornada ha jugado siempre. Por el momento, Pulido (533 minutos) le gana la partida a Etxeita (439) y a un Insua que aún no ha debutado.
En el centro del campo, el técnico argentino ha contado de manera habitual con Musto y Melero, y las variaciones en el esquema les han brindado el acompañamiento de Moi Gómez primero y Aguilera después. Estos solo han jugado juntos los últimos 32 minutos del Huesca-Girona para dotar de empaque a la medular oscense.
La producción ofensiva es cosa del pasado: seis de los siete goles (tres de Gallar, uno de Cucho, otro de Chimy y otro de Melero) por el único de un novato, Miramón. Dos de las incorporaciones, Longo (357 minutos) y Gürler (118), todavía no han contado con el protagonismo esperado, tampoco en eficiencia. Sastre, Camacho, Brezancic, Santamaría e Insua aún no han debutado.