La gloria espera. A 90 minutos y tres puntos. Es lo único que separa en este momento a la SD Huesca del que sería todo un hito histórico para el club: el ascenso a Primera División. El equipo ya ha llegado al estadio en el que puede cumplir el sueño. El único escollo que se lo impide y al que deberán enfrentarse esta noche es un CD Lugo que no se juega nada ya esta campaña, habiendo superado los 50 puntos y sin opciones de ‘play off’. Pero que según las palabras de sus futbolistas y del propio entrenador, Francisco, en esta semana previa, no quieren que en su campo se viva este lunes a partir de las 23.00 la gran fiesta oscense, con el equipo y los más de 400 aficionados que se trasladarán hasta la ciudad gallega para poder vivir el momento en directo.

Porque el ambiente es más que festivo en la ciudad desde que el pasado viernes por la noche la derrota del Sporting de Gijón en Tenerife diera opciones matemáticas a los de Rubi de poder hacer realidad su gran sueño esta misma jornada, teniendo todavía dos partidos más por delante como margen de error para que el Huesca se asegure estar entre los dos primeros de la tabla. Porque simplemente con una victoria en los tres encuentros que restan para que finalice la liga regular, el equipo se aseguraría ser equipo de Primera División en la siguiente campaña.

Pero Rubi no quiere que esa gran euforia que se respira en la capital altoaragonesa en estas jornadas previas al encuentro se cuele en su vestuario y pueda afectar a la concentración de su plantilla, que tiene ante sí una oportunidad única e inaudita para muchos de sus hombres, que no se han enfrentado en su carrera a un encuentro de tal trascendencia. Por eso, la palabra "normalidad" fue de las más repetidas en la comparecencia del técnico previa al viaje a Lugo, cuando insistió en que no se iba a modificar el ritmo habitual de preparación. El mismo que han seguido en las 39 jornadas anteriores y que les ha permitido llegar al desenlace de la competición en posiciones privilegiadas.

La plantilla azulgrana llevó a cabo este domingo una última sesión de entrenamiento antes del viaje, que al igual que la del día anterior se realizó a puerta cerrada, en este caso en el mismo Alcoraz. Después, la plantilla comió en el restaurante Lillas Pastia de Huesca, en una rutina que instauró Rubi a su llegada y que reúne a todos los jugadores para el almuerzo dos días a la semana. En este caso todo eran caras de felicidad a la hora de abandonar el restaurante, en la céntrica plaza de Navarra de la ciudad, conscientes de que en poco más de 24 horas podían ser jugadores de Primera División.

Viaja toda la plantilla

Dependerá de su capacidad de derrotar esta noche al Lugo, para lo que Rubi podrá contar con la totalidad de su plantilla, ya que no cuenta con ningún jugador sancionado ni lesionado. No obstante, y ante lo transcendental del choque, el entrenador ha optado por llevar a Lugo a toda su plantilla, sin realizar descartes, aprovechando también el cómodo desplazamiento, ya que el equipo ha viajado en avión este lunes desde el aeropuerto Huesca-Pirineos, para regresar mañana a primera ahora.

Se espera que Rubi disponga este lunes de un once idéntico al que ocho días antes sumó un punto en El Alcoraz frente al Alcorcón, cuando igualmente tenía a su disposición a todos sus hombres para completar su pizarra. Los laterales eran entonces la zona del campo que más interrogantes podía despertar por la recuperación de Akapo y el regreso de Brezancic tras cumplir sanción, pero el entrenador prefirió que Alexander mantuviera su posición en la banda derecha y se intuye que mantenga la misma decisión en el encuentro de esta noche en Lugo.

El Lugo garantiza disputa

Los lucenses no tienen nada en juego más allá de intentar superar los 56 puntos que lograron en la campaña 2012/2013, y que representan hasta el momento el máximo del conjunto en Segunda División. Pero los resultados de las últimas jornadas, en el que equipos ya descendidos han logrado dar un vuelco a la clasificación venciendo a rivales en plena lucha por el ‘play off’ o incluso al ascenso directo, supone toda una llamada a la cautela, a la que hacía referencia Rubi en su última comparecencia.

Así, admitía el técnico rival, Francisco Rodríguez, en su última rueda de prensa, que ha pedido a sus jugadores que disputen esta noche cada balón "como si fuera el último". El entrenador se verá obligado a cambiar de alineación por la sanción del central Carlos Pita, aunque se espera que mantenga la defensa de cinco que de las últimas jornadas, en un dibujo poco habitual que se ha atragantado bastante a los oscenses en esta temporada.