El Huesca suma un punto en Cádiz y retorna al liderato

El Huesca se ha puesto de nuevo el traje de líder después de empatar en su visita al Ramón de Carranza de Cádiz (1-1). En un duelo de aspirantes a la cima balompédica nacional, que ha servido para clausurar la jornada, los azulgranas han estado más cerca de ganar que de perder, aunque por ahora son ya seis partidos sin paladear las mieles del triunfo. A punto ha estado de cambiar su suerte el equipo altoaragonés, pero el disparo seco de Gallar en la recta final del choque lo ha repelido el poste cuando los jugadores y técnicos ya cantaban el gol. La ventaja inicial con el tanto de Chimy Ávila en la primera mitad la ha anulado el conjunto amarillo en los albores de la segunda, gracias a una desafortunada defensa en lanzamiento desde la esquina que el capitán Servando ha hecho pagar a los de Rubi.

El Huesca, que ha jugado a ráfagas, ha sabido aguantar el momento de cierta lucidez del Cádiz pero luego no ha podido aprovechar el suyo, llevándose a la boca un punto que le permite encabezar por decimoctava jornada la Segunda División. Solo una semana más tarde, cuando el Sporting destrozó la fortaleza de El Alcoraz y elevó al Rayo a los altares, la escuadra oscense agarra otra vez el bastón de mando. Tendrá que asirlo con fuerza si no quiere que se le vuelva a escapar, porque la parte alta de la tabla clasificatoria arde. De hecho quema. Así que para evitar que el incendio termine consumiendo sus ilusiones, deberá preparar una buena manguera para la cuenta atrás de la competición. Esta ya ha comenzado.

Al fin Rubi ha tenido a su disposición a la práctica totalidad de las piezas de la plantilla, lo que le ha permitido al Huesca confeccionar un puzzle sumamente reconocible, a diferencia de lo que había sucedido en anteriores jornadas. La dupla Cucho Hernández-Melero, siete partidos después, ha formado en la configuración inicial, con el colombiano escorado en el extremo derecho. Esa zona de influencia, con la alianza con Alexander González, ha sido el espacio desde donde los azulgranas han generado más incertidumbre a la defensa local en los primeros 45 minutos.

El Cádiz, fiel a sus principios, no ha querido asumir ningún riesgo y se ha decidido por ceder el control al Huesca y aguardar los errores en la circulación. Como siempre, el objetivo de los robos adelantados son los puñales en las bandas: Salvi Sánchez y Álvaro. Y algún buen balón han encontrado en varias imprecisiones de los altoaragoneses en su medular, especialmente con Melero y Moi Gómez implicados. De hecho, si ambos se hubieran mostrado más certeros a la hora de confeccionar los envíos en la línea central y de tres cuartos los de Rubi habrían hallado más vías de agua en la retaguardia amarilla.

El Huesca ha ido creciendo en el partido. Con la pelota como eje, ha subido el control y ha logrado generar posesiones más largas y, con ello, acrecentar las dudas en el Cádiz. La presión media-alta a cargo de los locales estaba siendo superada por los azulgranas, que a los 25 minutos han tenido la opción de inaugurar la cuenta, aunque Moi Gómez, recibiendo en el interior del área tras asistencia de tacón de Chimy Ávila, ha disparado al centro, a las manos de Cifuentes.

Esa jugada ha dibujado un punto de inflexión. El Huesca se ha soltado las riendas y ha comenzado a buscar con más ahínco el área visitante. Y lo ha logrado, con un golpeo de Chimy Ávila que ha acabado en el fondo de la portería cadista después de pegar el cuero en Moi Gómez. El colegiado ha anulado el tanto por posición antirreglamentaria del alicantino. Milimétrica decisión.

El aviso oscense ha tenido continuidad justo a renglón seguido. La primera vez que Cucho Hernández ha podido encarar al lateral Bijker, sin ayudas, el punta cafetero le ha hecho un lío a toda la defensa. Tanto que las cuatro camisetas amarillas se han ido hacia él y este se ha inventado un pase de lujo hacia Chimy Ávila, quien ha sacudido por bajo para transformar la acción en el 0-1 (minuto 35).

Ha acusado el golpe el Cádiz, que ha visto cómo el Huesca acrecentaba su dominio. Eso sí, los de Álvaro Cervera han demostrado que necesitan poco para meterte en un entuerto. Pero ni el disparo en un rechace de Garrido ni el intento de Eugeni en una falta lateral han tenido consecuencias. Jugadores a vestuarios y ventaja parcial para los altoaragoneses, quienes habían conseguido poner de su lado una batalla de enorme trascendencia.

Sin embargo, todo ese positivo escenario ha sido alterado por el Cádiz con celeridad. Como en el cierre de la primera parte, en virtud a la pelota parada. Tras un lanzamiento de esquina que ha creado problemas a Remiro, el segundo intento, consecutivo, ha supuesto el empate. Extraño gesto del meta navarro y el esférico que queda suelto a dos palmos de la línea de gol, empujando muy atento el central Servando (1-1, minuto 51). El tanto despertó también el público, que había sido silenciado con anterioridad por la diana de Chimy Ávila.

La lesión de Salvi Sánchez ha dejado a los locales sin una de sus dos balas, dentro de una fase del encuentro sin dominador claro. El Cádiz ha creído y ha empujado, aunque no en un alarde de virtuosismo. Mientras, el Huesca, no ha sido capaz de manejar el choque por los misma vía, solo algún pequeño amago. Por eso, a medida que ha ido avanzando el reloj, la excitación se ha disparado ante una coyuntura así.

Entonces, los altoaragoneses han respondido a los de casa con su misma moneda: ‘tú ven que yo corro a la contra’. De esta guisa han surgido las ocasiones cuando el choque parecía destinado a un epílogo más insulso en lo futbolístico y pleno de nerviosismo. Las oportunidades, además, han sido claras. Al menos dos de las cuatro que se ha trabajado el Huesca galopando sobre las transiciones defensivas de un Cádiz al que ya le ha costado más recuperar el sitio. Tanto que Gallar, en una bonita y larga combinación de ataque, ha estado a punto de echar abajo el Carranza en el minuto 87 con un disparo que ha vomitado el palo derecho de la portería de Cifuentes. Poco antes, esa misma porción de madera ha visto cómo el balón le saludaba a escasos centímetros en un cabezazo de Aguilera en un córner.

Una última carga de Cucho Hernández, que han sofocado los andaluces, ha supuesto el cierre del encuentro. ¿Y el punto es bueno, es regular, es malo? Teniendo en cuenta que el Huesca recupera el liderato y Cádiz es una plaza poderosa, puede catalogarse como positivo; si en la valoración se atiende con énfasis a lo sucedido en los compases finales, a buen seguro que a los azulgranas les sabrá a champán de marca blanca, de la más barata del mercado, en lugar de lo que podría haber resultado: un sorbo del mejor espumoso francés tras redireccionar su camino hacia Primera División con un triunfo de altura. No fue así, por lo que de momento el trayecto continúa enmarañado, con varios enemigos acechando con fuerza y con todo por descubrir en diez jornadas. Es lo que le resta por delante a los azulgranas para defender un puesto de privilegio que el Rayo pretende asaltar nuevamente y al que el Sporting de Gijón ya se asoma. Aparte, el Cádiz sigue ahí. Y hay más rivales con las opciones todavía en verde. En definitiva, que todos a por el Huesca y el Huesca que va a por todas.

FICHA TÉCNICA

Cádiz CF (1): Cifuentes, Rober Correa, Servando, Kecojevic, Bijker, Garrido, Álex Fernández, Alberto Perea (Eugeni, 28), Salvi (Barral, 54), Álvaro y Jona (Moha, 75).

SD Huesca (1): Remiro, Alexander González, Pulido, Jair, Brezancic, Aguilera, Sastre, Melero (Luso, 85), Moi Gómez (Vadillo, 69), Chimy Ávila (Gallar, 76) y Cucho Hernández.

Goles: 0-1 min. 35: Chimy Ávila. 1-1 min. 51: Servando.

Árbitro: Adrián Cordero Vega (Comité Cántabro). Amarilla al local Kecojevic, y a los visitantes Alexander González y Pulido.

Incidencias: Partido de la jornada 32 de Segunda disputado en el estadio Ramón de Carranza ante 15.709 espectadores.