No acaba de despojarse el Huesca de la maldición de las lesiones, que parece perseguirle en este tramo de la temporada, en la que los jugadores se dan el relevo a la hora de ocupar la enfermería y lo hacen, además, por periodos de tiempo prolongados. El último en sumarse a las bajas del conjunto oscense es Rulo, que según el pronóstico del cuerpo médico del club, deberá parar entre cuatro y cinco semanas, “siempre en función de su evolución”, determina el parte emitido desde la entidad azulgrana a última hora de este jueves.

Las pruebas que se le han realizado al joven lateral izquierdo, que tuvo que retirarse en el tiempo de descanso del encuentro frente al Almería, determinan que sufre “un esguince de grado II-III de tobillo, con contusión ósea en cuello del astrágo (tobillo derecho)”.

Como contrapunto a esta nueva mala noticia para Rubi, el entrenador recupera para el partido de este domingo en Reus a Rajko Brezancic, cuyo lugar ocupaba Rulo en el último encuentro, al ser ambos los únicos laterales izquierdos del Huesca. Por ello, al lesionarse Rulo frente al Almería, el entrenador azulgrana tuvo que experimentar con los recursos de su banquillo a la hora de tapar el hueco en banda. Cruzó de flanco a Alexander González -habitual lateral derecho-, y colocó a Sastre por ese lado, perdiendo en contundencia el bloque. En base a ello, la vuelta del serbio, que se recuperaba de un rotura en el bíceps femoral, alivia en gran medida los problemas que podía tener el entrenador para componer la línea defensiva, en la que tampoco estará el sancionado Pulido.

Además de Rulo, ocupan la enfermería azulgrana Akapo, que sigue con la puesta a punto tras la operación de menisco a la que fue sometido en diciembre, y Cucho Hernández, que se encuentra ya en el tramo final de la recuperación de su fisura en un pie, como muestra él mismo en sus redes sociales, donde ya se le ve haciendo ejercicios con balón en el gimnasio del estadio.