Heredó al comienzo de la temporada el brazalete de capitán de Juanjo Camacho, y parece que Gonzalo Melero también ha recibido los galones para ser el encargado de lanzar las penas máximas en el Huesca. Aunque con el regreso de Cucho Hernández tras su lesión quizás pueda surgir algún interrogante sobre quién es el encargado de los penaltis en el conjunto oscense, el pasado viernes en el José Zorrilla no hubo dudas sobre qué jugador debía ejecutar desde los once metros, cuando Kiko Olivas interceptó con la mano un centro precisamente de Camacho. Pese a que también estaba sobre el césped el zaragozano, indiscutible en esa tarea en cursos anteriores, la responsabilidad de igualar la contienda fue para Melero. Y el joven capitán no falló.

El penalti anotado al Valladolid supone el cuarto gol que logra el madrileño desde el punto de penalti, donde su equipo ha conseguido marcar en cinco ocasiones en lo que llevamos de temporada. La otra pena máxima convertida por el Huesca fue obra de Cucho Hernández, que también erró uno en el partido de ida contra el Rayo Vallecano, el único que ha fallado el conjunto oscense en este curso.

Los cuatro tantos desde los once metros de Gonzalo Melero le colocan entre los máximos convertidores de penaltis de la categoría, igualado con Jaime Mata del Valladolid, que es además pichichi de Segunda, con Trejo del Rayo Vallecano, y con Borja Iglesias, del Real Zaragoza. Todos con cuatro aciertos.

Además, el gol conseguido en el José Zorrilla sitúa a Melero como el máximo goleador dentro de la plantilla del Huesca, en una condición que hasta esta jornada compartía con Cucho Hernández, ahora lesionado. Además, con los doce tantos en total que acumula, el mediocentro azulgrana se sitúa cuarto en la lista de máximos anotadores de la categoría, empatado con Santos, del Sporting de Gijón.