Lucha en el camino hacia Primera

El Huesca, mejor local, recibe en El Alcoraz a Osasuna, visitante más productivo. El líder y uno de los claros aspirantes ponen a examen sus rachas.

Futbolistas del Huesca en el arranque de la sesión matinal ayer en El Alcoraz, desarrollada casi íntegramente a puerta cerrada.
Futbolistas del Huesca en el arranque de la sesión matinal ayer en El Alcoraz, desarrollada casi íntegramente a puerta cerrada.
Rafael Gobantes

Con 18 jornadas por delante por consumirse cuando finalicen este domingo las hostilidades en el estadio de El Alcoraz, hablar de un partido definitivo o que por sí solo puede aclarar en mayor grado el enredo de la capa superior de la tabla clasificatoria está fuera de lugar. De otra parte, tampoco sería correcto catalogar al Huesca-Osasuna (18.00) como un encuentro más, ya que azulgranas y rojillos están inmersos en la carrera por el ascenso. Enemigos íntimos en una lucha que se promete ardua, al Huesca líder de Segunda y local imbatido le visita el que es hasta ahora el forastero más despiadado de la categoría de plata, un Osasuna en buena línea que se presenta como otra prueba del máximo nivel para los pupilos de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’.

El Oviedo (1-1) y el Numancia (2-1) ya han pasado por el estadio oscense desde que se estrenara el nuevo año, de ahí que la tercera entrega del 2018 en El Alcoraz va a continuar la serie de compromisos de altura. Con 8 puntos de renta sobre el Osasuna, ya colado en zona de ‘play off’, el Huesca sí que es consciente de la validez del encuentro, que le permitiría, en caso de vencer, asentarse aún más en la primera posición y continuar abriendo hueco sobre el resto de invitados a la fiesta por subir a Primera División.

Además, fuera del apartado numérico queda el emocional, que como indicó Rubi el viernes, tendría incluso más poder que los propios tres puntos introducidos en su casillero. "Si nosotros ganamos sería un golpe anímico para todos los rivales que van por detrás", destacó el preparador barcelonés que conduce los destinos del líder. Diez jornadas después de subir al trono, el efecto, lejos de quedarse en una efervescencia inicial, ha ido ganando en consistencia. La reafirmación de esta idea se debatirá hoy.

Superar el examen frente al Osasuna, de modo sobresaliente con un triunfo o firmando tablas, permitiría al Huesca alcanzar el año natural invicto como local en liga. En lo que va de curso, nueve victorias y tres empates sitúan a los azulgranas como el anfitrión más boyante. Prolongar esa dinámica hasta final de curso, "nos acercaría mucho a la posibilidad de ascender de categoría", detalló Rubi. Para lograrlo, "El Alcoraz debe ser una olla a presión", reclamó el entrenador azulgrana. Hoy el público local recibirá a los suyos con ánimos desde el calentamiento, gracias a la iniciativa surgida en redes sociales.

El Huesca no pierde desde que cayera 2-0 en Granada en la jornada 16. Desde entonces, cinco victorias y dos empates adornan su trayectoria. En definitiva, una gran racha de resultados ante la que Osasuna opone igualmente su positiva hoja de servicios en las últimas fechas: cuatro victorias y una derrota en cinco compromisos.

Todos los alicientes se reúnen para vivir un domingo de fútbol especial sobre suelo aragonés. Allí, en el verde de El Alcoraz, no se esperan apenas novedades en la alineación del Huesca. La vuelta de Sastre a la titularidad podría ser la única variante respecto a los que saltaron de inicio, con Gallar o Ferreiro debiendo esperar turno desde el banquillo. El resto, los habituales, con el lateral izquierdo Brezancic a pleno rendimiento tras el golpe que le provocó una taquicardia en Lorca.

La lógica invita a pensar en ese once azulgrana, si bien tanto Rubi como el técnico rojillo Diego Martínez suelen introducir alguna sorpresa. En el Huesca son baja Vadillo y Akapo; en el Osasuna Rober Ibáñez y Xisco.

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