Si atendemos a la evolución del Huesca en sus anteriores seis temporadas en Segunda División, el encuentro de esta tarde en El Alcoraz, en la penúltima fecha del campeonato, serviría como despedida del curso para el equipo anfitrión. Normalmente, además, los azulgranas solían necesitar los puntos para certificar su permanencia o incluso para mantenerse con vida. Lo más favorable a sus intereses era que se tratase de un partido sin nada en juego. Porque las luchas por el fango clasificatorio eran el hábitat natural del conjunto oscense, que en esta temporada está disfrutando de otro tipo de confrontaciones finales. El objetivo del Huesca es estar en el ‘play off’ de ascenso a Primera. Cambio de rumbo radical. Panorama ciertamente alentador e ilusionante cuando tan solo restan dos partidos para dar carpetazo a la fase regular. El Numancia, que acude a la capital oscense rozando con los dedos la permanencia (20.00), se interpone en el camino hacia la gloria de un cuadro azulgrana que necesita ganar a los sorianos para, como mínimo, no tener que depender de los rivales en la última jornada, en la que acudirá al Ciudad de Valencia para medirse al Levante.

Lucirá El Alcoraz sus mejores galas. Los aficionados del Huesca han cogido el guante a la solicitud del vestuario y aparte de la gran entrada, que ya está asegurada, desde el graderío se elevarán las revoluciones respecto a citas anteriores. La ciudad siente que su equipo de fútbol se enfrenta a un momento histórico, único y tal vez irrepetible. Esa oportunidad que el Huesca de Anquela se ha labrado a base de tesón y de juego, engloba más implicados que el propio club y su entorno de mayor proximidad. La Primera División, para Huesca y para el Huesca, es un horizonte de ensueño, aunque para cristalizarlo en un hecho material su única posibilidad sea el camino largo, el de la promoción.

De momento, el objetivo para los altoaragoneses es ganar al Numancia y esperar qué es lo que hacen sus dos principales rivales. Si la victoria del Huesca llega acompañada de una derrota del Cádiz –en casa ante el Elche­– y de que el Valladolid no gane en Reus, la clasificación oscense para el ‘play off’ será matemática. El Alcoraz podría celebrar así la fiesta más esperada y, de paso, confirmar que habrá seguro un partido más. ¡Y qué partido! Si andaluces y castellanos no fallan, los tres puntos ante el Numancia permitirán a los locales depender de sí mismos en Valencia. Valladolid y Cádiz se retarán en la última jornada en Pucela. Otros resultados (empate y derrota del Huesca) le dejarán a expensas de los demás.

Sin cambios

Anquela, técnico azulgrana, repetirá el once que formó ante el Lugo, después de que durante la semana haya tenido que medir los esfuerzos de varios de sus jugadores. La única baja segura es la de Alexander, que está con la selección de Venezuela. Sastre es duda por problemas físicos.

El Numancia de Jagoba Arrasate viaja con las ausencias de Del Moral, Julio Álvarez y Munir, a las que se ha unido el sancionado Marc Mateu. Los que sí que estarán serán el oscense Dani Calvo y el epilense y exazulgrana Ripa.