El sacrificio de Galarreta

El centrocampista ha sido titular siempre que ha estado disponible, pero Víctor medita dejarle en el banquillo en Soria.

Iñigo Ruiz de Galarreta, durante el entrenamiento del miércoles
El sacrificio de Galarreta
A. Alcorta

Hacía tiempo que el Real Zaragoza no tenía un mediocentro con la calidad, la visión y el juego de Ruiz de Galarreta. Hacía tiempo, también, que un jugador no se ganaba tan rápido el reconocimiento de La Romareda. El guipuzcoano, de 21 años, llegaba a la capital aragonesa cedido por el Athletic con el objetivo de seguir creciendo tras una lesión que cortó su progresión, de convertirse en el jugador que prometía en Lezama.


No defraudó a la afición zaragocista, que siempre aplaude que haya un jugador de sus características sobre el campo. Hasta ahora, el futbolista ha sido titular siempre que ha estado disponible: en todos los partidos excepto en el del Racing, cuando cumplió una sanción por acumulación de tarjetas amarillas. Sin embargo, casi nunca ha acabado sobre el terreno de juego al final de los duelos.


Víctor suele apostar por reforzar el centro del campo con algún otro jugador cuando cree que Galarreta ya está cansado, que suele estarlo, ya que se ve obligado a jugar a un fútbol más físico del que casa con sus cualidades. Él y Dorca tienen que cubrir un área demasiado extensa y pelear mucho cada recuperación, ya que suelen formar una pequeña isla en la medular. A su alrededor, casi nunca hay nadie. Al menos, de su equipo. Cuando el Real Zaragoza ataca, los delanteros y los hombres de banda salen al galope hacia la portería contraria. Si pierden el balón, los dos mediocentros están vendidos y se desgastan tratando de ocupar unos espacios inabarcables.


En ocho de los 12 partidos que ha jugado, Galarreta ha sido cambiado en la segunda parte. La última fue el pasado domingo, frente al Betis. Víctor Muñoz decidió sustituirle en el minuto 6 de la segunda parte, cuando el Real Zaragoza perdía 0-1, para sacar a Lolo. La pitada de La Romareda a la decisión fue de escándalo, aunque casi no se recordara unos segundos después, cuando el colegiado señaló un penalti a favor de los blanquillos, y aunque casi se hubiera olvidado por completo al final del partido. Puede que el técnico acertara con el cambio, que convirtió el partido en una consecución de golpes que favoreció al Real Zaragoza, pero la afición también se pronunció sobre Galarreta y sobre qué tipo de jugadores quiere sobre el césped.


Pese al mensaje de la grada, Víctor Muñoz medita sacrificar al vasco para dejar sitio a Lolo, quien hasta ahora no ha jugado ningún partido de titular. El onubense acumula 117 minutos repartidos en seis partidos. Siempre ha salido como suplente, bien en el centro de la defensa o en la medular, y este sábado podría jugar su primer encuentro en el once inicial. Al menos, eso es lo que ha mostrado el entrenador aragonés durante toda esta semana, en la que ha ensayado con Lolo y Dorca como pareja de mediocentros.


Después de haber encajado 13 goles en los últimos seis partidos, un registro alarmante y que contrasta con los tres encuentros sin recibir ningún tanto justo antes de la crisis defensiva, Víctor busca más solidez. Ya lo intentó en los últimos duelos intentando que los atacantes trabajaran más en labores defensivas, pero tampoco acabó satisfecho con el resultado. Parece que, al menos de momento, no valora renunciar a un delantero para reforzar el centro del campo, por lo que finalmente está meditando un cambio de fichas. Entraría Lolo. Saldría Ruiz de Galarreta, el sacrificado.