Una pretemporada en cuadro

La plantilla está citada este martes para iniciar una campaña repleta de incertidumbres.

Víctor Muñoz, durante un entrenamiento del Real Zaragoza
Una pretemporada en cuadro
A. Alcorta

La plantilla del Real Zaragoza -lo que queda de esa plantilla- está llamada este martes para la vuelta al trabajo de una próxima campaña envuelta en dudas e incertidumbres.


El actual equipo directivo hubo de fijar un calendario de puesta a punto imprescindible para cualquie equipo de fútbol, pero que está envuelto en nebulosas en el caso del Real Zaragoza.


El futuro resulta más que incierto para la escuadra de La Romareda, sin conocer siquiera si va a poder inscribirse en la competición la próxima campaña. Con este panorama y un equipo gestor de circunstancias, los futbolistas están citados para iniciar la puesta a punto.


En principio, parece asegurada la continuidad del técnico, Víctor Muñoz, y su equipo de colaboradores. Y entre los futbolistas, además de los jugadores cedidos, se conoce ya que no seguirán ni Luis García ni César Arzo, que han rescindido sus contratos; y tampoco el aragonés Víctor Laguardia, que se marcha a Vitoria para jugar en el Alavés. El canterano finalizó su contrato el pasado 30 de junio y no se llevaron a cabo gestiones para su renovación.


Además, otros jugadores van a tener que dejar con toda probabilidad la entidad blanquilla, ante la imposibilidad de la escuadra aragonesa de hacerse cargo de sus salarios. Es muy probable que a Álvaro, Montañés, Abraham y Barkero haya que buscarles una salida, ante la dificultad de hacer frente al pago de sus salarios.


De esta manera, queda conformado un grupo en el que vuelven de las cesiones Jorge Ortí -recuperándose de su lesión de rodilla- y Lucas Porcar; y a los que se unen Alcolea, Diego Rico, Álamo, Paglialunga, Víctor Rodríguez y José Manuel Fernández.


Lo lógico sería que el Real Zaragoza contara también con futbolistas del filial, varios de los cuales han entrado de forma habitual en las convocatorias del primer equipo, como Álvaro Tierno o Whalley, además de Adán Pérez, entre otros.


Un complejo conglomerado de futbolistas que observan con preocupación, como es natural, el desarrollo de los acontemientos de un Real Zaragoza al borde del abismo.