El grupo mexicano, pendiente de la negociación

Los inversores aztecas, que condicionaron la compra al aplazamiento de los pagos, podrían alejarse si la Agencia Tributaria no cede.

Luis Gamón, en la presentación de los nuevos accionistas
En el fondo, el fondo...

Hacienda ha recibido con muchas dudas la propuesta de pagos del Real Zaragoza y no parece dispuesta a seguir aplazando las obligaciones del club, una decisión que, en caso de confirmarse de forma oficial, podría suponer una reacción en cadena que arrastraría a la SAD a un escenario tenebroso.


Si la Agencia Tributaria obliga al Real Zaragoza a pagar los primeros cuatro millones -tiene una deuda total con Hacienda de 29- antes del 30 de junio y otros 18 en septiembre, el acuerdo de los nuevos propietarios con el grupo inversor mexicano correría serio peligro.


De hecho, los empresarios que le compraron el club a Agapito Iglesias ya anunciaron el viernes pasado la venta de la mayoría de las acciones a los inversores aztecas, condicionado al pacto con el fisco. "El acuerdo queda supeditado a que el Club llegue a un acuerdo con la Agencia Tributaria para la firma de un convenio para el pago de la deuda del club", indicaban en el comunicado.


"El grupo de accionistas mayoritarios del Real Zaragoza está completamente convencido de poder alcanzar un acuerdo satisfactorio con la Agencia Tributaria (...). Una vez conseguido, el grupo inversor mexicano entrará a formar parte del accionariado del Real Zaragoza, con el compromiso de aportar al club los recursos necesarios para atender todos los pagos y obligaciones contemplados hasta el 30 de junio del 2014, y dotando al Club de la estabilidad económica necesaria para poder empezar a trabajar para afrontar con las suficientes garantías el futuro, con el objetivo deportivo prioritario de la vuelta a Primera División, lugar que corresponde al Real Zaragoza por afición, historia y ciudad", añadían.


Sin embargo, Hacienda no parece tan receptiva a un nuevo aplazamiento como los propietarios creían, por lo que sigue en el aire la entrada en el club del capital mexicano y, por tanto, el futuro del Real Zaragoza.