fútbol

Al menos, Adrián Liso

El juvenil, que debutaba como titular después de jugar unos minutos ante el Espanyol, abanderó la ofensiva aragonesa en Miranda. El chaval de El Burgo de Ebro ha tomado posesión de la banda izquierda zaragocista para rato largo

Adrián Liso intenta burlar la oposición de Reina.
Adrián Liso intenta burlar la oposición de Reina.
Carlos Gil/Prensa2

Sin jugar un gran partido, el juvenil Adrián Liso destacó sobre el resto. En toda comparación, cuestión esencial es respecto a qué comparamos, el indicador, este Real Zaragoza que da por buenos males menores como el empate capturado en Miranda. Ciertamente, no es malo el punto cuando, clausurado el domingo, el abismo del descenso sigue quedando a siete puntos. Paradójicamente, quizá el empate, el puntito atrapado en Anduva, sea peor el lunes si en el cierre de la jornada 32 al Albacete le da por ganarle al Racing de Ferrol, hecho más posible que probable. Sí así fuera, ¡ay!, el acantilado de la Primera RFEF quedaría a solo cinco puntos...

Como ven, las matemáticas tienen mucho que ver en los análisis futbolísticos. Y sí, fuimos capaces de sumar, que es a lo máximo a lo que se puede aspirar cuando no se marca. Cinco roscos consecutivos, cinco partidos seguidos sin marcar, y 14 a lo largo del patético curso. El cero, ciertamente, es un número singular: carece de ordinal. Los números ordinales, como su propio nombre indica, ordenan. Y no ordena nada el pobre cero patatero... Sí se considera y es cardinal. Si los números ordinales ordenan, los cardinales cuentan. No cuenta nada el cero, pero existe. Y, a veces, incluso es muy útil. Por ejemplo, el cero de Anduva le sirvió para sumar al Zaragoza. El cero de su portería, claro, la que defendía Edgar Badía.

No encajar reúne el mérito que cada uno quiera concederle. Desde luego, la amenaza mirandesa fue escasa. Pero, aunque el punto llegó porque no recibimos, tampoco se pueden despreciar algunos avances que se apreciaron en el Real Zaragoza. Sobre todo, Adrián Liso, el juvenil que debutaba como titular. En un conjunto limitadísimo por su incapacidad ante el gol (no vamos a hablar más del cero, que solo es productivo de verdad cuando va a la derecha de otra cifra, y en el fútbol no suele ser el caso), con muchos jugadores en la nómina a los que no vemos aunque miremos e incluso escrutemos, en un Real Zaragoza al que le cuesta muchísimo todo, este descarado zurdo ha llegado para quedarse. Desde luego, lo mejor sobre el césped de Anduva le firmó el chaval.

Ya había debutado en el reestreno de Víctor Fernández en La Romareda ante el Espanyol el domingo pasado. Jugó media hora y ya demostró condiciones y valentía ante el mejor equipo de la categoría, el Espanyol. En Miranda, en un Real Zaragoza con sus líderes fuera del campo (Francés, Francho y Mollejo), el juvenil tomó la bandera en la primera mitad. En un conjunto aragonés plano, que apenas movía en apoyos, el único que buscó la ruptura de verdad fue Adrián Liso. Firmó tres centros de lujo con la zurda (ya dejó uno de categoría en la cita con el Espanyol) y se erigió en la principal amenaza aragonesa, pues a Germán Valera le ha dado más por buscar el contacto que rematar de verdad .

En la reanudación, continuó percutiendo por la banda izquierda, de la que ya ha tomado posesión para rato largo. Le ayudaron más los compañeros en el segundo acto. Por cierto, los partidos son más para Liso con su equipo replegado, cuando enseña su potencia y velocidad; pero es tan bueno que hasta suma en un equipo dominante, como en Anduva quiso ser el Zaragoza. En medio de calculadoras, de la calma del siete de hoy que se tornaría en canguelo del cinco mañana, al menos tenemos a Adrián Liso...

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