Hay partidos que guardan historias que van más allá del resultado. El Eibar-Real Zaragoza de este domingo es uno de ellos, gracias a un momento que se produjo a la conclusión del tiempo reglamentario, cuando Sinan Bakis acudió a la grada de Ipurúa para regalarle su camiseta a un niño. 

Resulta que el pequeño acudía por primera vez a un desplazamiento del equipo y llevó consigo una pancarta que fue atendida por el delantero zaragocista, que volvió a tener minutos después de su largo periodo de baja a consecuencia de una lesión de rodilla. 

"Mi primer partido fuera. Una camiseta de recuerdo", se podía leer en la pancarta -mejor dicho en el la cartulina- que el chaval portaba junto a su padre. 

Qué decir de su rostro, repleto de ilusión, cuando Bakis se acercó a entregarle la elástica blanquilla... Lo dejó boquiabierto y, a buen seguro, con ganas de repetir viaje a pesar de la derrota encajada por su equipo en un choque en el que fue de menos a más. 

El niño presenció el encuentro desde la zona que estaba repleta de seguidores aragoneses. Un clásico en los desplazamientos a domicilio, que siguen siendo masivos, independientemente de la hora, el campo o el rival. 

En Ipurúa este domingo se reunieron alrededor de medio millar de aficionados del equipo aragonés que agotaron las entradas que se pusieron a disposición de la grada visitante. Entre ellos, este niño que nunca olvidará lo vivido. 

Ese detalle de Sinan Bakis que debería estar más extendido entre los jugadores profesionales, pues, con muy poco, pueden aportar mucha felicidad... La felicidad que se vio en esa carita del pequeño a pesar de que acababa de ver perder a su Real Zaragoza ante un rival que fue superior.