REAL ZARAGOZA

Velázquez: "Quiero un Real Zaragoza que viva más en el campo del rival que en el propio"

El nuevo entrenador del Real Zaragoza, a 48 horas para su debut en Albacete, asegura que va a buscar "nuevas ideas" para que el equipo proponga fútbol y busque el fallo del rival en vez de esperarlo. 

Julio Velázquez, en su primera rueda de prensa de previa de un partido, este jueves en la Ciudad Deportiva.
Julio Velázquez, en su primera rueda de prensa de previa de un partido, este jueves en la Ciudad Deportiva.
José Vidal

Julio Velázquez llevó a cabo este jueves, a primera hora de la tarde, su primera rueda de prensa previa a un partido del Real Zaragoza. El nuevo entrenador del equipo aragonés, que debutará el sábado en Albacete, atendió a los periodistas en un tono distendido y con la ilusión transpirando por cada poro de su piel. Un escenario amable en medio de la evidente crisis de resultados y solvencia futbolística de la plantilla zaragocista que ha sido el detonante del despido de su antecesor, Fran Escribá.

"Estamos muy contentos, muy satisfechos por la predisposición y la receptividad del equipo al nuevo mensaje y las nuevas ideas que estamos transmitiendo en estos primeros tres días de trabajo", comenzó remarcando el vallisoletano. Sí, de Valladolid. Aunque su partida de nacimiento diga que es nacido en Salamanca, fue algo coyuntural en su familia y Velázquez fue trasladado a Valladolid con apenas unos días de vida y allí se crio, creció y tiene su seno familiar desde siempre. 

No quiso dar muchos detalles sobre el formato de Real Zaragoza que se va a apreciar en el Carlos Belmonte albaceteño en su puerta de largo. Como todos los entrenadores modernos, Julio es largo de palabras y escaso en datos sustanciales. "No me gusta dar pistas y, respecto del once inicial, es difícil que lo diga", es la excusa común en estos casos. 

"La intención es tener mucha dinámica. Lo tenemos muy claro. Estoy haciendo hincapié desde el miércoles en las formas. Para mí, la prioridad ante un partido es siempre nuestro equipo, alrededor del 80 por ciento de lo que se trabaja es sobre nosotros. El resto es sobre el contrario, en relación a sus fortalezas y debilidades, para saber por dónde le podemos atacar y saber por dónde nos pueden hacer daño", dijo de entrada, sin profundizar apenas. 

Velázquez se escudó en la escasez de tiempo de trabajo de la que está disponiendo en este súbito aterrizaje en Zaragoza. "Estamos aún observando quién mezcla mejor con quién. Yo tengo la idea bastante clara pero, para armar el once, aún hay que esperar hasta la última sesión (la del viernes antes de viajar). Tengo que seguir percibiendo detalles para decidir", abundó en este sentido. 

¿Qué grado de revolución se va a apreciar en Albacete si se tienen como punto de partida en esas "formas" que Velázquez está tratando de cambiar a machamartillo en cuatro días?, se le preguntó. Y su respuesta, con sumo cuidado para no confrontar con los hechos que ha heredado de su colega Fran Escribá, fue de las pocas con datos concretos.

"No quiero entrar en comparaciones. Por respeto. Solo voy a hablar de nuestras intenciones. Y estas pasan por vivir más en campo rival que en campo propio. También, intentar ser más proactivos que reactivos. Y, por supuesto, tener un punto de agresividad con el balón que nos permita tener más presencia en el área del adversario", dijo a modo de mandamientos indispensables para darle la vuelta al sentido del juego que se ha venido viendo en los primeros 16 partidos de esta temporada de liga (más uno, fatal, de Copa).

Aún añadió un matiz más, seguramente muy relevante en la profundidad del mensaje: "Quiero que seamos un equipo que provoque más el error del otro y no que juguemos a esperarlo", expuso. Vino a decir así Velázquez que su Real Zaragoza no va a moverse en los conocidos parámetros tácticos de apostar por que pasen pocas cosas en los partidos, por tener la pelota en terrenos inertes del campo, ni por apostar por partidos largos, de marcadores que no se resuelven hasta los últimos minutos, más para mal que para bien desde hace dos meses y medio. Quiere un Zaragoza con iniciativa y mando. 

Sobre el apartado anímico de los jugadores, siempre crucial en casos de crisis y de cambios en el timón del vestuario, Velázquez pasó de soslayo. "Evidentemente, tenemos un equipo con un estado de forma concreto, con estados emocionales diversos, que se ve sumido en una fase de adquisición de ideas nuevas. Y todo esto que lleva su tiempo", apostilló. 

En una conferencia de prensa de casi 20 minutos, Velázquez subrayó, por experiencia en otros muchos clubes adonde fue con la temporada empezada, la importancia que es empezar con un triunfo. "Ayuda una barbaridad. No es determinante, pero los mensajes se compran mejor en una victoria que en una derrota. El mensaje llega más y de mejor manera", explicó a modo de deseo, en busca del mejor escenario posible de cara a la semana que viene, cuando ya se prepare el estreno en casa frente al Leganés. 

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