El Burgos, el rival más singular y bipolar de la categoría en estos momentos

El Real Zaragoza se enfrentará en la inminente jornada 13 al Burgos CF en su estadio de El Plantío. Más allá de todo lo que pone en juego el equipo aragonés, con el entrenador, Fran Escribá, y la plantilla bajo la lupa por su escaso rendimiento en los últimos siete partidos (un parcial de 5 puntos sumados de los últimos 21 los tiene en situación de dudas generalizadas), llama poderosamente la atención el comportamiento de su rival de turno, el cuadro burgalés, en este primer cuarto de la liga ya transcurrido.

El Real Zaragoza se va a jugar tres puntos cruciales para disolver un problema mayúsculo en su seno interno frente a un adversario que es casi infalible como local y que, por el contrario, está resultando un desastre como visitante. Hacía muchos años que no asomaba en la liga española, de Primera o de Segunda, un equipo tan bipolar, con tan marcadas diferencias de comportamiento, rendimiento y solvencia como este Burgos que entrena desde el verano Jon Pérez ‘Bolo’.

Los castellanos solo patinaron en el estreno liguero en su campo de El Plantío, empatando a uno frente a la SD Huesca. El resto de citas como locales a orillas del Arlanzón las cuentan como victorias: por 1-0 ante el Real Oviedo; 1-0 también sobre el Eibar; 4-0 le endosaron al Elche; 1-0 al Leganés; y, en el último choque allí disputado, doblegaron por 3-2 al Villarreal B.

Con este bagaje, 16 puntos, el Burgos tiene puntuación de líder en su rol de local. Empatado con el Tenerife, el Racing de Santander y el Real Valladolid, también muy acertados en sus respectivos feudos. Pero los burgaleses tienen el mejor promedio de todos ellos. Los blanquinegros suman 11 goles y solo les han marcado 3 en su portería.

Como cotejo orientativo, el Real Zaragoza es, con 10 puntos sumados en su campo (tres victorias, un empate y tres derrotas), el 15º en la tabla parcial de resultados como locales, ‘ex aequo’ con Eibar, Villareal B y Andorra. Solo hay 7 peores en ese papel.

Entonces, ¿por qué este Burgos está 11º en la clasificación general? Porque hay un marcado y evidente revés en la conducta del rival del Zaragoza dentro de algo más de 72 horas (el partido será el de cierre de la jornada, el lunes a las 21.00): cuando actúa fuera de El Plantío. Ahí, está siendo un equipo catastrófico.

Ha perdido en sus seis salidas. Una detrás de otra. Los de Bolo cayeron por 3-2 en el estadio del Levante; por 2-1 en Gijón; 2-1 fuero derrotas también en Albacete; 3-0 les hizo el Valladolid en Zorrilla en el derbi castellano; por 2-1 salieron superados de Tenerife; y, la semana pasada, recibieron otro 3-0, en Santander. O sea, cero puntos de 18 disputados, con solo 5 goles a favor y 15 en sus redes.

El Burgos es sobresaliente o muy deficientes según juegue en El Plantío o lejos de él. Es muy rentable o extremadamente deficitario en virtud de que los partidos sean ante su público o lejos de casa. El Real Zaragoza, como es evidente, va a enfrentarse a la primera de las versiones del cuadro castellano, la buena. Está, por lo tanto, obligado a romper los pronósticos para conquistar El Plantío por primera vez desde agosto.

Curro, el pichichi y los penaltis

Además, este Burgos 23-24 cuenta en sus filas con el sorprendente pichichi –máximo goleador– de la Segunda División, por ahora: el delantero Curro Sánchez, que ya ha marcado 8 tantos (más de la mitad que todo el Real Zaragoza junto, que suma 15).

El dato anejo curioso que aporta el onubense Curro es que 5 de sus 8 dianas han sido de penalti. Y eso que falló una en Tenerife, donde tuvo dos a su disposición. Porque, en efecto, al Burgos le han señalado ya 6 penaltis a favor. El que más de toda la liga, con diferencia sobre los siguientes, que son, con 3, Tenerife, Andorra y Albacete. 

Y a esa burbuja tan espinosa, a priori, va a entrar el Real Zaragoza durante dos horas el lunes con su –también llamativo– récord de ser uno de los pocos equipos de Europa a los que aún no le han concedido una pena máxima en las área rivales en un cuarto de liga.