El infructuoso aviso de Toni Moya a Poussin en el error del gol
El centrocampista se dio cuenta de la pillería de Insúa y trató de advertir, sin éxito, al portero de su equipo.
La pillería de Pablo Insúa no pasó desapercibida para todos. El central del Sporting de Gijón se había quedado descolgado a la espalda de Gaëtan Poussin, portero del Real Zaragoza. Lo que pasó después ya es historia. El guardameta francés, evidentemente, no se dio cuenta. Pero otros sí. Su compañero Toni Moya cazó perfectamente las intenciones del jugador local cuando aguardó, sigiloso, a que Poussin soltara la pelota.
Las imágenes de televisión captaron el momento. Toni Moya se da cuenta de que Insúa se ha quedado a la espalda de Poussin. Levanta el brazo derecho y grita a su compañero, pero la distancia y el ruido de El Molinón hacen que el portero francés no lo escuche. Cuando su compañero suelta el balón, levanta el otro brazo y los agita, consciente de lo que va a suceder. En el banquillo del Sporting también se dieron cuenta y casi celebraron el gol antes de que su compañero lanzara a puerta.
Curiosamente, Toni Moya también tuvo parte de responsabilidad en el empate de Gijón, ya que falló en el primer gol. Tras una recuperación del Zaragoza, perdió el balón a escasos metros del área, lo que propició el ataque del Sporting que acabó con una apertura a banda a Cote (un dolor de cabeza en la segunda parte con su impecable pierna izquierda), el centro de este y el remate a gol de Víctor Campuzano, ante el que nada pudo hacer Poussin.
El gol del empate en el 97:
— Heraldo de Aragón (@heraldoes) October 14, 2023
⬆️Pablo Insua es el héroe de Gijón.
⬇️Poussin sólo quiere que la tierra se lo trague.
Real Sporting 2-2 Real Zaragoza. #LaCasaDelFútbol #LALIGAHYPERMOTIONpic.twitter.com/kIsFohyt51
Los dos errores costaron dos puntos que le hubieran venido de lujo al Real Zaragoza, ya que le habrían permitido instalarse en la parte alta de la tabla, tal vez en puestos de ascenso directo en función de los resultados. Además, hubieran supuesto un premio para el mejorado juego del equipo de Fran Escribá, que en El Molinón mostró una cara más alegre y dinámica que en los últimos partidos.